Pasaron 284 días. El Real Madrid se había deshabituado a la derrota en la era de Zidane, que apenas suma tres caídas. En el Sánchez Pizjuán, el cuadro blanco sufrió su primer tropezón después de nueve meses imbatible. La última vez había sido el 6 de abril en Champions ante el Wolfsurgo en Alemania.
En aquel entonces el resultado fue un 2 a 0.
Zidane asumió la caída sin aspavientos, lejos de la retórica excesiva y el derrotismo. Tomó esa pérdida ante el Sevilla como algo que puede pasar y más allá de los matices: el Madrid estuvo a cinco minutos de marcharse ganador en el Sánchez Pizjuán. Pero allí apareció el gol en contra de Ramos y se desató el triunfo del equipo de Sampaoli.
“Sabíamos que esto pasaría algún día. La derrota es un poco fuerte, pero es fútbol y hay que aceptarlo. Nosotros tenemos seguir como hasta ahora. Hicimos un buen partido, pero nos han faltado esos cinco últimos minutos. Se puede encontrar motivación para seguir adelante. Va a ser complicado el final de temporada. Pero yo creo que esto no afectará. Lo veremos el miércoles. Diría lo mismo si hubiésemos ganado. Es difícil de digerir”, expresó Zidane tras la caída.
Hace tres días, el Madrid celebraba haber conseguido el registro de partidos sin derrotas más largo del fútbol español. Fueron 40 partidos. Y en ellos se dieron 30 victorias, 10 empates y tres títulos. Esa racha se quedó ahí en el Sánchez Pizjuán, lugar donde se había sellado ese récord. Esas son las veleidades del deporte.
Mientras tanto, Zidane no baja los brazos. Considera que este golpe no minará al plantel, que busca un título de Liga después un lustro sin lograrlo. El francés completa 45 duelos al mando del Madrid y apenas sumó su tercera derrota. Ahora, el cuadro blanco buscará volver al triunfo en Copa del Rey ante el Celta de Vigo.