En una semana de resultados apabullantes en las competencias internacionales, hubo un 0-4 en el estadio de La Cerámica. La Roma vapuleó a un cuadro local que tuvo a Rafael Santos Borré desde el minuto 82.
Para ese momento el Villarreal ya perdía por tres goles. El local buscó refrescar el ataque para, al menos, acortar la distancia. No funcionó y lo que pasó es que terminó recibiendo un gol más, en un resultado que ya parecía increíble a esa altura.
A los 32 minutos empezó el triunfo visitante. Emerson abrió la cuenta para ese momento. El jugo se fue al entretiempo con esa pequeña diferencia pero todo cambió en el complemento cuando apareció en todo su esplendor la figura anotadora del bosnio Edin Dzeko.
¡Hizo tres goles! El atacante marcó a los 65 y a los 79, en principio. Luego, ya con Borré en cancha, cerró la goleada a los 86. Luego de esa acción, nada que hacer. El ánimo en el local estaba muy bajo y la única reacción que pudo haber se dio desde el coraje.
Borré fue el que reaccionó. No le gustó el resultado y en un choque con Bruno Pérez estuvo empujándose frente al árbitro. Al final el referee lo llamó y solo lo calmó con palabras. Esa reacción no pasó a mayores. El partido terminó en goleada. Queda la revancha a jugarse en Roma.