Han pasado ya 16 meses y el técnico francés se empeña en su inexorable ley.
Zinedine Zidane se queda solo alrededor de la BBC como sistema inquebrantable. El francés, desde el primer día en el que dirigió un entrenamiento del Real Madrid, se enganchó al embrujo de Bale, Benzema y Cristiano Ronaldo y no ha conseguido desengancharse de la dependencia deportiva que suponen los tres delanteros madridistas compartiendo sitio y espacio en el once. En cuanto los tres han tenido el alta médica, el francés ha tirado de ellos como solución ante cualquier mal o rival. No ha habido otra alternativa posible, en partidos de los marcados en rojo, claro está. Han pasado ya 16 meses y Zidane se ha quedado sólo en su inexorable ley.
Desde hace tiempo, el resto de estamentos del club, empezando por los jugadores y terminando por los dirigentes, creen que la BBC no es la única solución dentro de un grupo que está ofreciendo muchas y válidas alternativas en diferentes momentos y escenarios. Pero llegan los partidos decisivos y si los tres tienen el alta médica o se encuentran bien y juegan. Los demás dudan, Zidane, no. El técnico creen firmemente en ellos y con ellos irá de la mano hasta el final de la presente temporada. Zizou ha defendido a todos sus jugadores en los momentos más complicados de la temporada y así seguirá haciéndolo.
Asume la responsabilidad de sus decisiones y de la perenne alineación de la BBC, aunque sabe que desde el club ya no se percibe a los tres delanteros como elementos fijos en todas y cada una de los once titulares. Ya no es como años atrás, cuando la plenitud de Ronaldo o Benzema no admitía duda alguna. Ahora es distinto y el peso de su presencia no es el mismo.
Los dirigentes creen que ha llegado el momento de que la BBC sienta la presión de saber que no van a jugar siempre, con independencia del momento en el que se encuentren. Deben sentir presión, sentirse en la necesidad de recuperar su mejor momento de forma, tal y como demuestran la pérdida de peso de Benzema o la diferente puesta a punto de Ronaldo. El caso de Bale es diferente porque todo gira alrededor de las lesiones. Y no hay que olvidar que el galés estaba siendo el mejor hasta el momento de tener que se operado.
En cuanto a la plantilla, algunos jugadores creen que se han ganado el respeto de todo el mundo para aparecer en momentos de los considerados importantes. La temporada pasada nadie se atrevía a cuestionar la presencia de la BBC en el once, pero ahora jugadores como Asensio, Lucas Vázquez o Isco han dado más de un golpe en la mesa, como para ser tenidos en cuenta en los momentos en los que todos los jugadores quieren estar sobre el verde.
La grada de Lucas Vázquez del domingo no ha gustado. Zidane tiene toda la confianza del club, tal y como le han hecho llegar los dirigentes del club, pero también sabe que ha perdido una gran ocasión de sentenciar la Liga y de dejar a todo el madridismo tranquilo, circunstancia que ahora mismo no es así. Es cierto que el Real Madrid es el único equipo que depende de sí mismo para ganar la Liga, pero la derrota del domingo abre una ventana nueva y es de las complicadas de digerir para la entidad blanca.