George Chelston Springer fue uno de los más abucheados por la afición de los Houston Astros tras el primer juego contra los Los Angeles Dodgers, pero el primero en el orden del campeón de Grandes Ligas cobró revancha como si fuese cuarto bat en el resto del “clásico de otoño”, para adjudicarse la distinción de Jugador Más Valioso de la Serie Mundial 2017.
El jardinero, que arrancó la disputa por el título con cuatro ponches en el partido uno, fue ponchado en otras cuatro ocasiones pero en los siguiente seis juegos, en los que acumuló cinco jonrones (igualó la marca de todos los tiempos), 11 hits, ocho carreras anotadas y siete impulsadas, para un imponente .375 de porcentaje de bateo.
Además, fue clave en el momento más complicado de todos: el séptimo partido. La victoria de 5-1 de Houston se apreció hasta fácil para algunos fanáticos de Astros, e inclusive Dodgers, porque Springe abrió el juego con un doblete, se convirtió en la primera carrera, para después despachar un cuadrangular en el segundo ining, con el que el visitante tomó ventaja de 5-0.
A sus 28 años, Springer se afianzó como la bujía ofensiva de unos Astros que consumaron el sorpresivo título, con todo y que estuvo en el orden al bat antes de peloteros de más renombre como José Altuve, Carlos Correa y Yulieski Gurriel.
Es así como George consumó su cuarta temporada en Grandes Ligas, con un pago anual de 3.9 millones de dólares.