La lluvia, con fuertes vientos, que ha caído desde la madrugada de este sábado en Buenos Aires llevó a la Conmebol a aplazar para este domingo la superfinal de la Copa Libertadores entre Boca Junors y River Plate.
Por motivos de fuerza mayor el partido queda suspendido para mañana, domingo 11 a las 16:00 h.
— CONMEBOL.com (@CONMEBOL) 10 de noviembre de 2018
"Sin presumir... despreocúpense. El campo de juego está muy bien. Está soportando. Hemos tenido dos chaparrones muy importantes. Con 20 minutos esos dos chaparrones drenó muy bien. Tenemos pronostico alrededor del mediodía de que va a parar un poco", explicó Fred Nantes, director de competiciones de Conmebol.
"No se suspende nada. Las prácticas por prudencia las vamos a hacer en lugar cerrado para que no se mojen los chicos", agregó Nantes en declaraciones al canal Fox Sports.
Las calles de los alrededores del estadio de Boca, la mítica Bombonera, en el barrio homónimo, al sur de la ciudad, se fueron anegando a medida que la lluvia caía desde poco antes de las siete de la mañana.
"¿Peligra el superclásico?" titula el canal TyCSport. Representantes de la Conmebol llegaron al estadio para inspeccionar la cancha, y será el chileno Roberto Tobar y su equipo arbitral quienes decidirán si la cancha está en condiciones, tal como se ve en el video de la cadena Fox Sports.
Se espera que a las 14H00 (17H00 GMT), tres horas antes del inicio del partido, la Conmebol anuncie su decisión respecto al juego.
El pronóstico indica un mejoramiento climático por la tarde pero con lluvias intermitentes.
Las puertas del estadio se abrirán a las 13H00 locales (16H00 GMT), cuatro horas antes de la pitada inicial. Desde temprano, hinchas esperan en las inmedicaciones de la Bombonera, que se colmará con 53.000 personas que alentarán a Boca ya que la hinchada visitante no tiene permitido el acceso por cuestiones de seguridad.