Los entrenadores de fútbol juvenil e infantil en Riohacha reclaman las difíciles condiciones a las que deben hacerle frente para la formación deportiva de los más jóvenes.
No tienen sueldo, y viven de los aportes que hacen los padres de familia, que a su vez deben rebuscarse patrocinios entre los comerciantes de la ciudad.
Roberto Bravo, entrenador de la escuela de fútbol Talento Guajiro, es un ex jugador del fútbol profesional colombiano que se retiró hace aproximadamente unos 15 años, y que actualmente dedica su tiempo a lo que considera una “labor social” enfocada principalmente a la formación y preparación deportiva en los niños de escasos recursos de Riohacha.
“Qué difícil es hacer fútbol en esta región, porque los gobiernos locales no hacen inversión al deporte, es por eso que los buenos jugadores de fútbol se estancan, porque no se apoya su talento” afirma el entrenador Bravo.
En la escuela Talento Guajiro, se forman niños desde los 4 a los 16 años, y de aquí sale la mayoría de jugadores que hacen parte de la selección de la Guajira en los torneos regionales y nacionales, aunque algunos también han ingresado a clubes como el Santa Fe en Bogotá.
Héctor Segundo Árwas, jugador de la escuela de Roberto Bravo, tiene 14 años de edad y cursa noveno grado en el Colegio Divina Pastora, y está en Talento Guajiro desde los cinco años. Afirma admirar a estrellas del fútbol internacional como Tony Kross, jugador alemán que actualmente se desempeña como centrocampista en el Real Madrid, al igual que su ídolo, su sueño es llegar a debutar en el fútbol profesional, sin embargo considera que en Riohacha eso es un sueño muy difícil de realizarse porque “no creen en el deporte, no hacen inversión y las empresas prefieren patrocinar otras cosas” por lo que afirma, que para ellos no queda otra esperanza que la llegada de un mandatario con visión deportiva que los apoye, y no los tenga trabajando ‘con las uñas”.