Los verdaderos héroes de los Bolivarianos están detrás de bambalinas.
Son más de 800 jóvenes de todos los rincones del país quienes por estos días se encuentran en la capital del Magdalena. Algunos se ven corren de un lado para el otro bajo un sol inclemente, también existen un grupo reducido quienes se convierten en el apoyo de decisiones cruciales que pueden llegar a definir una medalla, la verdad es que estos pequeños gigantes de seguro tiene asegurada su medalla de oro.
Uno de esos ganadores es, Cesar Álvarez, un joven samario estudiante de ingeniería en la universidad del Magdalena, quien tiene uno de los puestos más difíciles en cualquier deporte, el de impartir justicia. Cesar quien lleva tres años entrenando el deporte del Tenis bajo las instrucciones de Carlos Fonseca, se ganó el derecho que ser jueces de línea precisamente en lo que más ama.
“Como este deporte se practica en la Universidad del Magdalena nuestro profesor Carlos Fonseca nos manifestó que lo habían contactado de la Federación Colombiana de Tenis para que algunos de sus estudiantes recibiera capacitación para ser jueces de línea de estos juegos”.
Cesar, quien cursa el último semestre de ingeniera Civil y quien lleva tres años en el mundo del tenis señaló como ha sido su experiencia en una competición internacional “para todos nosotros ha sido una experiencia enriquecedora, ya que, estamos rodeador de los mejores atletas de 11 países y en realidad estamos aprendiendo y por qué no en un futuro seguir con la carrera de juez en el tenis”.
Anécdota
El joven quien no se cambia por nadie, ya que, de cierta manera hace parte de la nueva historia deportiva de Santa Marta, narró la curiosa jugada que vivió con una tenista chilena por la disputa de un punto “el miércoles estuve como juez de línea en un encuentro donde estaba una tenista chilena y en medio del partido una bola la di como buena. De inmediato la chilena paró el partido y me reclamó, ya que, a ella le había parecido lo contrario, pero estuve firme en me decisión y no dudo le dije que era buena. El juego se reanudó pero me dio la sensación que no le gustó mi decisión”.
Cesar terminó diciendo de manera jocosa “aquí no hay un ‘ojo de halcón’ como en Europa, para mirar si fue o no fue; pero para eso estamos nosotros que nos sentimos más que preparados”.
Por: Álvaro Quintana M.
Redactor EL INFORMADOR