al como se lo imaginó Kerstinck Sarmiento fue la prueba en el nuevo patinódromo de la Alegría ubicado en la Unidad deportiva Bolivariana. La patinadora samaria quien se concentró con la tricolor desde hace un mes para correr los Juegos Bolivarianos en su casa, tuvo una noche de en sueño, tal como lo visionó “me pinto con una medalla de cualquier color, con la gradería llena apoyándome y con mi abuela de espectadora” sostuvo hace dos días.
Pues bien todos sus deseos se cumplieron: primero subió al podio a reclamar una presea de plata, tan solo superada por su compatriota Andrea Cañón. Segundo, las gradería del complejo quedaron pequeñas para ver la actuación de la pescaitera y tercero su fan número uno estaba presente, su abuela Ruth Villar, quien vivió de principio a fin la prueba.
La campeona del mundo Juvenil no le quedó grande representar a su país. Desde que saltó la ronda clasificaría, Sarmiento se adueñó de la pista, se acostumbró rápidamente a la exigente superficie, la única idea era lograr el uno-dos (oro y plata). Desde el costado de la pista los gritos del cuerpo técnico comandado por Elías Del Valle, eran con tundentes “¡vamos!, tenemos que apretar. ¡Más fuerte!”.
La samaria Kerstinck Sarmiento y la vallenata Andrea Cañón, lograron clasificar sin mayor dificultad a la final de los 300 metros Contrarreloj, demostrando una vez más la gran hegemonía del patín colombiano, junto a las dos localistas quedaron Javiera Vargas de Chile, Dalia Soberanis de Guatemala, Solimar Vivas de Venezuela, Ingrid Factos de Ecuador, Idalis De León de Guatemala, Grendany Perdomo Venezuela y Haydee Barrios El Salvador.
Luego de conocerse los nueve patines que correrían por la medalla de oro en los 300 metros contrarreloj, una de las especialidades de la samaria, la dupla tricolor entró en una charla con su delegación para analizar la última batalla, en búsqueda del título Bolivariano, fueron 20 minutos de espera para que saltaran a la pista con hambre de título.
Kerstinck fue la segunda corredora, impuso un tiempo de 26.276, registró difícil de superar para los demás patines, sin embargo la lucha se tornó dentro de la delegación, puesto que todo estaba dado para que la única que pudiera superar lo hecho por Sarmiento era su compatriota, Cañón, quien tiene el rótulo de la mejor del mundo en la actualidad, la cesarense sacó su casta y paró los cronómetros en 26.253, para quedarse con la presea de oro por 23 milésima.
“La energía de los samarios en la primera prueba en mayores fue fundamental para afrontarla de la mejor manera. El profesor siempre estuvo diciendo que a mi corta puedo arrasar aquí y que tengo mucho potencial” Kerstinck analizó las pista “por el momento está un poco lenta por lo que esta nueva, a medida que vayamos rodando se pondrá sé que será una de las mejores”.
Los espectadores ejercieron un poco de presión en la samaria, así lo manifestó “sentí un poco de presión por no querer defraudar en mi casa, pero di lo mejor de mí y fue un buen puntaje”, su ‘amuleto’ siempre estuvo en la grada “mi abuela hermosa siempre se ubica en el extremo de la gran así lo hace en todas las competiciones, por eso ya sé en qué lugar estará sentada, ella es mi amuleto y siempre me dice que soy la mejor del mundo y la dedicatoria es para Dios, mis padres, mi entrenador Faustino Joya y la organizador”.
Otros resultados
En la prueba de varones 300 contrarreloj ganó el colombiano Andrés Muñoz. Mientras que en los 1.000 metros mujeres Luz Karime Garzón y Fabriana Arias se quedaron con el oro y plata respectivamente en la misma modalidad pero hombre nuevamente Andrés Muñoz lució en lo más alto del podio. Con estos resultados Colombia consiguió 3 oros y 2 platas.
Por: Álvaro Quintana
Redactor EL INFORMADOR
Fotos: Edgar Fuente