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Jue, Abr

Con energía solar y a pedalazos los Wayúu reactivaron pozos de agua

Informe Especial
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A la problemática de sequía y escasez de agua que genera el incandescente sol de La Guajira le surgieron soluciones prácticas e inteligentes, que hoy tienen contenta a la comunidad Wayúu.

Se trata de la instalación de sistemas de bombeo de agua con energía solar fotovoltaica y energía mecánicamente asistida a través de bici-bombas, las cuales les están mejorando la calidad de vida a 496 familias de 37 comunidades ubicadas en rancherías de Manaure, Maicao y Uribia.

Al astro sol, que era considerado un enemigo implacable, lo convirtieron en un aliado estratégico para generar energía de bombeo solar. Y aquellas
largas caminatas en busca del vital líquido bajo un sol de 40 grados, ahorase convirtieron en divertidas jornadas de pedaleo para extraer agua de los
pozos con las que mitigan la sed, le dan de comer a sus animales que son su sustento, e incluso, les alcanza para implementar cultivos para su seguridad alimentaria.

Este proyecto de Energía Renovable lo lideraron la Fundación Cerrejón Guajira Indígena y el Programa de Energía Limpia para Colombia de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional – USAID, la cual viene trabajando en el acceso a fuentes de energía renovable e incentivando prácticas de eficiencia energética en diferentes regiones de Colombia. A lo largo del proyecto, se lograron instalar 37 soluciones
de energía limpia, 18 de ellas con bombeo solar y las restantes con bombeo mecánico asistido o bici bombas para las comunidades indígenas
Wayúu.

Esta tecnología requirió de una inversión de 810 millones de pesos (infraestructura, asistencia técnica, social, ambiental) de los cuales 440 millones
con recursos de la Fundación Guajira Indígena y 370 Millones de USAID. Es importante precisar que gracias a esta tecnología se han reactivado algunos pozos que se consideraban secos y se le está apostando al cultivo de frutas y vegetales, actividad impensable por la aridez de las tierras.

Francia Epieyu de la comunidad de Kaisiporchi manifestó su gratitud y expresó “Estoy contenta con esta ayuda, anteriormente pasábamos muchas necesidades, nos tocaba aguantar hambre sacando el agua, ahora ya estamos bien, estamos contentos, ya nos queda más tiempo para nuestro que hacer en el hogar, para tejer mochilas, hacer los chinchorros; mejor dicho: estamos muy agradecidos y contentos.”

Por su parte Naiyeth Sierra de la Fundación, indicó que aunque el proyecto se encuentra en la etapa de cierre, existe el compromiso por parte de
las instituciones de acompañar a las comunidades hasta fin de año, y agregó que a la fecha tienen 50 solicitudes más de familias que quieren implementar esta tecnología.


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