Medellín (EFE).- Hogares San José, fundados en 1910 y que actualmente acoge a unos 1.200 niños, son la viva representación de que la fe mueve montañas porque pese a que no tienen recursos propios siguen albergando a pequeños a los que la vida nos les ha sonreído.
Fiel a sus principios, el obispo de Roma no quiso hacer de su paso por los Hogares un evento mediático y por eso la visita se cumplirá en medio de la discreción que lo caracteriza a la hora de acercarse y compartir con los más necesitados de amor, oportunidades y reconocimiento.
Hogares está ubicado en el tradicional barrio Boston, de Medellín, y a él siguen llegando niños no solo de Antioquia sino los que envían sacerdotes de otros departamentos que saben que allí siempre habrá un lugar para acomodar una cama más para un necesitado.
"En los Hogares, que acogen niños y niñas en varios de nuestros centros, se les brinda calor de hogar, palabras de aliento y educación para que puedan regresar a la sociedad con otra perspectiva de vida", dijo a Efe monseñor Armando Santamaría Ortiz, quien dirige Hogares San José desde hace más de 25 años.
El prelado detalló que los brazos de la fundación se extienden y alcanzan para arropar a niños de entre dos y cinco años que llegan al denominado Tallercito de San José, que son menores cuyas mamás están en prisión o son prostitutas.