La agencia de calificación de riesgo Moody’s asignó perspectiva negativa al sistema bancario colombiano.
Desde 2010 la agencia había mantenido el sistema bancario con perspectiva estable.
Si bien no se cambió la calificación de riesgo del sistema, sí asignó esta perspectiva negativa, basada en tres factores: el primero un menor volumen esperado de negocios del sector, segundo, una menor rentabilidad del sistema y, tercero, un mayor nivel de riesgos.
El impacto del choque petrolero, a cuyas empresas se encuentra expuesto el sector, es citado por la agencia como la principal razón en términos de mayores niveles de riesgo.
La reducción del crecimiento de la economía en este año, con un crecimiento esperado del 3% en 2016 y 2017, mucho menor al crecimiento de 4,6% experimentado por la economía del 2011 al 2015, es citado por Moody’s como la principal razón para un menor nivel de negocios para el sistema bancario.
El capital bancario más débil en América Latina
La agencia emitió además un duro concepto en términos de la regulación, en materia de capital.
Moody’s afirma que pese a que los bancos se han preparado para administrar un mayor nivel de cartera vencida constituyendo reservas, el “capital es una debilidad crucial” del sistema.
Dicha debilidad de capital de los bancos colombianos se da por la “dependencia mayoritaria en instrumentos de capital de baja calidad que no se conforman con los estándares internacionales. Los reguladores colombianos continúan demorando los planes para poner en vigor las guías de Basilea III y aún permiten que los bancos cumplan con los requerimientos de capital con deuda subordinada tipo ´helado de vainilla´, que no permite absorber pérdidas antes de un colapso de un banco”
Finaliza su fuerte crítica en términos de capital y regulación la agencia Moody’s con la lapidaria frase: “En consecuencia, los bancos colombianos continúan teniendo la más débil capitalización básica en Latinoamérica.