Tres protagonistas y ex funcionarios de la multinacional Odebrecht, que ahora son testigos, se comprometieron a contar la verdad del caso y reparar al Estado.
Revelar los pormenores de tránsito de soborno de Brasil a Colombia fue lo primero que hicieron: Luiz Bueno Junior, expresidente de Odebrecht, Luiz Antonio Mameri y Luiz Eduardo Da Rocha Soares, los dos del Departamento de Operaciones Estructuradas, el centro de los sobornos de la multinacional.
Los tres se convirtieron en la “caja de pandora” que destapó el entramado de corrupción en el país y que reveló cómo funcionarios públicos de alto nivel hacían fila para servirle a Odebrecht, con tal de recibir los millonarios beneficios que la multinacional no dudaba en cancelar.
Fueron los tres quienes declararon y enredaron al ex viceministro Gabriel García Morales y al ex senador Otto Bula, los mismos que más adelante desataron una corridilla de implicados que hoy tiene 41 investigados, 26 personas en imputación de cargos, 16 privados de la libertad y dos condenados.
Los brasileros llegaron a un principio de oportunidad con la Fiscalía que este martes se someterá a revisión de un juez y que incluye inmunidad por el delito de cohecho a cambio de mantener la colaboración y la devolución de 18.000 millones de pesos, que según los investigadores corresponde al monto del primer soborno a García Morales para quedarse con la Ruta del Sol Sector 2.
Pendiente está la negociación con Eleuberto Martorelli, ex presidente de Odebrecht en Colombia y quien que siguió la secuela de soborno para el Otro Sí de la Ruta del Sol, que incluyó la construcción de la vía entre los municipios de Ocaña y Gamarra.
En la agenda de la Fiscalía también figura la imputación de cargos a quienes se encargaron de zanjar el terreno con los funcionarios colombianos para que los sobornos tuvieran resultados favorables a los intereses de la multinacional.