A seis meses de dejar la Casa de Nariño, el presidente, Juan Manuel Santos viene utilizando diferentes mecanismos para entregar balances y hacer rendición de cuentas de su gestión en 8 años de Gobierno.
El último ejercicio que realizó fue una transmisión de Facebook Live en la que contestó por 40 minutos preguntas de la ciudadanía que fueron escogidas por su equipo de comunicaciones.
Allí el mandatario destacó sus avances en varios sectores como la educación, la salud, la lucha contra la pobreza o la protección del medio ambiente, sin embargo también se refirió a las falencias de su administración.
Reconoció que la justicia es uno de los temas en los que su Gobierno no logró llenar las expectativas de los ciudadanos y que espera asuma su sucesor.
Durante la transmisión declaró, “tenemos problemas en la justicia, es cierto, se demora muchísimo y hay necesidad de una gran reforma a la justicia, que yo tengo que confesar que no logramos hacer aprobar en el Congreso.
“Creo que el próximo gobierno si lo va a lograr porque ya el país está consciente de la necesidad de tener una justicia mucho más ágil, más efectiva, más rápida y más cercana al ciudadano”, consideró.
Así mismo reconoció que uno de sus errores durante la administración Santos ha sido en materia de seguridad ciudadana.
Si bien los indicadores en general han mejorado, “no así en algunos delitos, los hurtos, los robos de celulares, ahí tenemos que ser mucho más efectivos y más eficientes, es una corresponsabilidad con los alcaldes, es un desafío permanente en cualquier ciudad y país del mundo”.
Por otra parte se refirió a la inequidad que se mantiene en el país. “Tengo que reconocer que nos falta muchísimo camino por recorrer, el 28 % de los colombianos sigue estando en la pobreza, la mitad, el 8 % de los colombianos está en la pobreza extrema, para un país tan rico, Colombia es un país rico, eso es demasiado”.
De esta manera el presidente Santos destacó que su gobierno sacó de la pobreza a más de 5 millones de colombianos, y redujo la pobreza extrema a la mitad, pero reconoce que la cifra es muy alta para un país como Colombia.