La decisión se basó en una acción interpuesta por un grupo de personas que expuso la importancia de la polinización en producción de alimentos.
El Tribunal Administrativo de Cundinamarca ordenó al Gobierno realizar estudios y definir una hoja de ruta para limitar o incluso prohibir el uso de insecticidas que han sido vinculados con la muerte de abejas y de otros insectos polinizadores, según una sentencia divulgada este martes.
La determinación fue tomada al adoptar una decisión sobre una acción popular instaurada por el abogado Luis Domingo Gómez Maldonado, que buscaba proteger los derechos e intereses colectivos de un grupo de personas vinculadas al sector mielero.
Gómez Maldonado interpuso una acción popular contra el Ministerio de Agricultura, el Instituto Colombiano Agropecuario ICA, la Agencia Nacional de Licencias Ambientales Anla y otras entidades por autorizar el uso de insecticidas denominados neonicotinoides, vinculados con la muerte de abejas y otros polinizadores.
El tribunal ordenó al Gobierno colombiano "la conformación de una mesa de trabajo sobre la utilización de los neonicotinoides en Colombia" de la cual harán parte el ICA, la Anla, los ministerios de Agricultura y Ambiente y la Sociedad de Agricultores de Colombia SAC, entre otros.
"La Mesa de Trabajo deberá conformarse dentro del mes siguiente a la ejecutoria de esta sentencia, plazo dentro del cual las entidades deberán informar al despacho sobre el delegado de cada una de ellas, que los representará", detalla la sentencia, con fecha de 12 de diciembre de 2019 y que trascendió hoy.
Gómez Maldonado expresó a Efe que está satisfecho con el fallo porque es una "decisión moderada, que va a permitir un diálogo democrático entre autoridades, ciudadanía y comunidad científica" y elogió la decisión porque no "impone" sino que supone "la oportunidad de construir una política pública beneficiosa para todos los actores".
"Prohibirlo de tajo implicaría un efecto económico muy fuerte", sostuvo.
Esta mesa deberá construir un programa de sustitución del uso de estos productos químicos y adoptar otras alternativas para el manejo de plagas, explicó el también activista por los derechos de los animales.
Gómez -que fue el mismo abogado que pidió la libertad del oso Chucho, un oso de anteojos que fue trasladado desde el departamento de Nariño (sur) al Zoológico de Barranquilla (norte)- recordó que en Europa este tipo de insecticidas ya están prohibidos y remarcó que su uso incide en la desaparición de alrededor del 30 % de las colmenas en un año.
"Está demostrado que cerca del 75 % de los alimentos que consume el ser humano y otros animales son posibles únicamente gracias a la labor de polinización que ellos hacen, al permitir que sigan acabando con estas colonias de abejas de polinizadoras, sencillamente estamos afectando la salud humana", aseveró.
La Comisión Europea CE prohibió este lunes la renovación del thiacloprid, un pesticida que, según la Autoridad Europea para la Salud Alimentaria AESA o EFSA, es peligroso para humanos y animales y supone un riesgo para el medio ambiente.
El thiacloprid forma parte de los neonicotinoides, sustancias derivadas de la nicotina que la AESA ha relacionado con la mortalidad de las abejas.
Se trata del cuarto neocotinoide que Bruselas prohibirá desde 2013, tras el veto al imidacloprid, al clothianidin y al thiamethoxam. EFE