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Vie, Abr

Huracán Matthew destruye agricultura de Haití

Internacional
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LES CAYES, Haiti (AP) — Mientras el huracán Matthew azotaba el sudoeste de Haití, Joselien Jean-Baptiste y su familia resistieron los embates de la naturaleza en su pequeña vivienda. Cuando los vientos y la lluvia amainaron, este hombre de 60 años salió de su casa y se dio cuenta de que sus problemas recién comenzaban.


La tormenta derribó parte de la casa donde vive con su esposa y sus seis hijos cerca de Les Cayes. Solo sobrevivieron intactas dos habitaciones de metal corrugado. Ese, no obstante, era el menor de sus problemas. El campo donde trabajó por 25 años lucía devastado. El arrozal estaba inundado por aguas de río, los mangos y frutipanes estaban partidos en dos, el maíz estaba desperdigado por el suelo o la planta entera había sido desenterrada por los vientos.

“Va a tomar mucho, mucho tiempo reponernos de esto”, alertó Jean-Baptiste.
Funcionarios agrícolas haitianos e internacionales dicen que podría pasar una década antes de que la península del sudoeste de Haití se recupere del huracán, que azotó duramente esta región de más de un millón de habitantes que dependen casi exclusivamente de la agricultura y la pesca.
La agencia de Protección Civil dijo el viernes que hubo al menos 546 muertos, aunque esa cifra probablemente siga subiendo a medida que lleguen noticias de zonas aisladas. Del mismo modo, las estadísticas de las pérdidas económicas son todavía aproximadas, pero lucen catastróficas.
En la región de Grand-Anse, casi la totalidad de las cosechas y la mitad del ganado fueron destruidos, de acuerdo con el Programa Alimenticio Mundial. En las afueras de Les Cayes, donde vive Jean-Baptiste, más del 90% de las cosechas fue destruido y la industria pesquera está “paralizada” por falta de material y de equipo, que se los llevó el agua, indicó la organización.
Se puede volver a sembrar pronto y los arrozales se recuperarán apenas cedan las aguas, pero la pérdida de árboles de frutas maduros plantados hace varias generaciones constituye un golpe feroz. “A la naturaleza le tomará al menos diez años reemplazar esos árboles”, dijo Elancie Moise, agrónomo y alto funcionario del ministerio de agricultura.
Los árboles de toronjas, higos y aguacates fueron barridos junto con otras cosechas importantes como la de batata, que quedaron bajo el agua o fueron dañadas por los fuertes vientos, según Moise. Acotó que el vetiver, un césped usado para producir fragancias y que es un importante producto de exportación para Haití, sufrió algunos daños en las raíces, pero parece ser uno de los pocos cultivos que sobrevivieron casi intactos.

Circulan versiones de que los precios están subiendo en los mercados callejeros a lo largo de las carreteras de las zonas rurales y de que a la gente le cuesta encontrar comida. “Ya hay alguna gente a la que si le preguntas que cenó anoche, no podrán contestarte”, expresó Moise.


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