Hacia las 21.00 horas locales (la misma GMT), un grupo de hombres armados no identificados irrumpió en la parroquia de Karangasso (perteneciente a la provincia de Koutiala) y se llevaron a la religiosa, de la que se desconoce su nombre o la orden a la que pertenecía.
La región donde se produjeron los hechos está muy alejada de las zonas más inestables del país, donde actúan los grupos yihadistas, que tienen en los secuestros una de sus fuentes de financiación, por lo que hasta el momento es difícil atribuir el secuestro a motivaciones políticas o meramente delictivas.