Informe asegura que los expresidentes buscaban evadir investigaciones sobre corrupción en Petrobras.
La Policía Federal de Brasil ha concluido que los expresidentes brasileños Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff intentaron “obstruir” la acción de la justicia cuando la mandataria, destituida en agosto pasado, nombró a su antecesor como ministro. Esa convicción está plasmada en un informe que la Policía Federal realizó a pedido del Ministerio Público y que fue publicado ayer por medios locales, después de que fue entregado a la Corte Suprema, que decidirá sobre el curso de esa investigación.
La averiguación comenzó por las dudas surgidas en marzo del año pasado, cuando Rousseff, aún en el poder, nombró a Lula ministro de la Presidencia en momentos en que este enfrentaba diversas denuncias por supuesta corrupción y era objeto de varias investigaciones.
La condición de ministro, que fue negada en forma cautelar por un juez de la Corte Suprema, le habría valido a Lula escapar de los jueces de primera instancia que lo investigaban y obligado a remitir el caso al máximo tribunal, lo que supondría que los procesos en marcha volvieran a su inicio. Según el informe de la Policía Federal, esas “maniobras” acabaron siendo un “obstáculo” para el “avance” de las investigaciones sobre la red de corrupción que operó en la estatal Petrobras.