Un fratricidio y descuartizamiento cometido en las últimas horas, tiene conmocionados a los habitantes de Roma, la capital de Italia. "Me trató como un niño, racionaba el dinero.
Se quedaba todo ella y cada vez decidía cuándo y dónde darme", fueron las declaraciones de Maurizio Diotallevi después de ser sometido a interrogario por el homicidio de su hermana. El hombre de 62 años mató a Nicoletta Diotallevi, de 59, en el apartamento que compartían: primero la habría estrangulado y luego cortó la mitad del cuerpo con una sierra. Después arrojó las diferentes partes a contendedores de basura: las piernas en la calle Mariscal Pilsudski, el resto en la calle Guido Reni, cerca de donde vivían.
Los investigadores detuvieron a Diotavelli por el homicidio y el ocultamiento del cadáver de su hermana. Después de 10 horas de interrogatorio en una comisaría el hombre fonfesó: "Sí, fui yo quien mató a mi hermana". Primero fueron descubiertas las piernas, cerca de las 8 de la noche del pasado martes, por una joven de la etnia gitana que estaba escuclando los contenedores de la vía Pilsudski.
La joven sufrió una crisis de nervios pero pudo dar la alarma. Según el equipo forense, las partes habían sido lanzadas la noche del pasado lunes, por el estado de descomposición en el que se encontraban. En la investigación adelantada por las autoridades italianas, se pudo determinar que los hermanos Diotallevi tenían problemas económicos y vivían en una casa que su padre, un oficial de alto rango del ejército de ese país mediterráneo, les había dejado.
Para mantenerse, habían alquilado una de las habitaciones a estudiantes. Al parecer, sólo Nicoletta trabajaba y Maurizio le pedía dinero a menudo, por lo que la primera hiótesis del homicidio es que el hombre la mató en un ataque de ira ante la negativa de entregarle dinero.