Con este intrigante título, en un rincón de nuestra Perla del Caribe se desarrolló el 6 de Enero pasado una Fiesta de Reyes en versión lírica,: el tradicional recital de Reyes de la Quinta Pérez.
Mientras Cartagena se vestía de Gala y las playas samarias se prendían al ritmo de la música electrónica, frente a nuestro antiguo complejo deportivo, mejorado y sacudido por los recientes juegos Bolivarianos, un grupo de testarudos melómanos develaban algunos tesoros de talento lírico 100% local.
Cada año en esta fecha la Quinta Pérez abre sus puertas, y de la mano de la anfitriona María Luisa Pérez de Mazhari, el público puede apreciar la magia del canto con la muestra del trabajo de alumnos y profesionales vinculados al programa musical de la Fundación Sociocultural Mahluna.
En esta ocasión, el tema fue la melodía francesa, género musical que floreció a fines del siglo XIX y principios del siglo XX. Melodías inspiradas en poemas célebres de poetas de la talla de Víctor Hugo, Verlaine, Armand Silvestre, Sully Prudhome, Paul Bourget, Henry Pacory, Jean Lahor, Jean Anouilh, Romain Bussiné y musicalizados en un proceso de verdadera simbiosis por los compositores icónicos de la tradición francesa como son Claude Debussy, Gabriel Fauré, Henri Duparc, Francis Poulenc, Erik Satie, Reynaldo Hahn y Leo Delibes.
Los felices intérpretes fueron María Carolina Mejía, Ingrid Ponce, Lillibeth Flórez, Victoria Martínez Cratz y Fredy Orozco, mostraron con éxito el fruto de un arduo trabajo. Hubo también dos bellas presentaciones de piano: La joven estudiante Selena Zalabata, tan menuda como talentosa, tocó Gymnopedie de Erik Satie, y como invitado especial, el virtuoso samario Amín Carrillo, de visita en su ciudad natal, nos deleitó con reflejos en el agua de Claude Debussy.
Parte esencial de este equipo fueron el profesor Carlos Ceballos quien acompañó al piano y Ana Mazhari, actriz y directora en danza – teatro quien brindó la asesoría escénica.
Pocos sospechan sin embargo que lejos del mundanal ruido, este encuentro con la música lírica se celebra desde hace más de 20 años, cuando en vida de la muy samaria y muy melómana doña María Luisa Dávila de Pérez, su hija y tocaya María Luisa o “Lulú” Pérez, recién llegada de París, comenzó este proceso de formación con un pequeño grupo de entusiastas.
Este 6 de Enero los asistentes coparon el aforo y aplaudieron y ovacionaron entusiasmados a los artistas reconociendo el gran talento de los intérpretes y la dedicación de su maestra. Lejos de las grandes luces, apreciaron la trascendencia que tiene una muestra de música clásica, en medio del mar reggaetónico que nos rodea.