28
Jue, Mar

Por crisis, la ONU posterga su presencia en Sudán del Sur

Internacional
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger


Sudán del Sur es el Estado más joven del mundo: acaba de cumplir siete años. Pero a pesar de su juventud, y de haber firmado un acuerdo de paz en agosto de 2015, el país está sumido en una crisis humanitaria desbordada.

 

El conflicto interno está alcanzando nuevos picos desde que en julio de 2016 estallara la violencia en Yuba (la ciudad capital), lo que despertó las alarmas de la comunidad internacional.

La violencia generalizada, los crímenes de naturaleza étnica y sexual, y la salida masiva de civiles que huyen a diario de las condiciones domésticas, siguen siendo pan de cada día.

5,1 millones de sudsudaneses sufren inseguridad alimentaria, 1,9 son desplazados internos y otros 2,4 millones han escapado del país para convertirse en refugiados. De hecho, una de las mayores preocupaciones en estos momentos es que casi la mitad de la población padece de hambre extrema, una cifra que de acuerdo con la ONU, ha aumentado en un 40% de un año al otro.

Es por eso que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó por unanimidad una resolución que será votada a finales de esta semana, que renueva por un año su misión de paz en el país, y que lanzó la amenaza de imponer, si la situación no mejora, un embargo de armas.

Con una independencia nueva y un proceso de paz alcanzado, ¿Qué le está impidiendo al país africano salir del conflicto interno que lo azota?

La independencia

Sin lugar a dudas la independencia de Sudán del Sur, alcanzada entre el nueve y el 15 de enero de 2011, tenía la intención de poner fin al conflicto armado interno. Esa era la esperanza de la población cuando se divorció definitivamente de Sudán, pero ese no fue el resultado.

De acuerdo con el profesor de la Facultad de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario, Mauricio Jaramillo Jassir, el proceso de independencia alcanzado en el país fue, además de exitoso, un caso atípico dentro de la tradición política y democrática que impera en varios países del continente africano.

“Sudán del Sur tuvo uno de los pocos procesos de paz que se derivaron de una decisión por consulta popular. Mucha gente esperaba que la decisión en las urnas no fuera reconocida y no fue así. Solamente el hecho de que alcanzaran un proceso de paz fue un éxito”, dijo, añadiendo que no fue suficiente.

El proceso de paz

A pesar de que este pequeño Estado ubicado en África Oriental firmó en agosto de 2015 un acuerdo de paz entre el presidente, Salva Kiir (de la etnia Dinka) y entre el entonces vicepresidente primero, Riek Machar (de la tribu Nuer) con quien se negoció la paz del país, esto no significó ningún cambio interno.

De acuerdo con el el investigador del Centro Cipe de la Universidad Externado y experto en estudios africanos, Florent Frasson-Quenoz, el problema de fondo está en la herencia colonial de Sudán del Sur, argumentando que el proceso de paz no tenia ninguna posibilidad de solventar una crisis de vieja data.

“Desde la creación del Estado la situación ha sido extremadamente compleja. Los anglosajones, Estados Unidos y Gran Bretaña, empujaron para implementar una solución muy propia de sus prácticas, vamos a decir coloniales, de dividir a los grupos en función de líneas étnicas”, dijo Frasson. Y añadirá que este fue un problema que se evidenció desde la firmada misma de la independencia.

“Se suponía que Sudán del Sur iba a tener más cohesión y menos conflicto pero nunca fue así. Este fracaso se hizo evidente pocos meses después de que lograran la independencia, cuando los miembros del mismo gobierno entraron en rebeldía contra el el presidente del país”, concluyó.

Intervención de la ONU

Este órgano señaló que está listo para “estudiar todas las medidas apropiadas, incluido un embargo de armamento, para privar a los beligerantes de los medios para seguir combatiendo”.

La permanencia de la ONU en el país implica sostener la fuerza de mantenimiento de paz, conformada por 17.000 efectivos, por una fuerza de protección regional de 4.000 cascos azules, y de más de 2.000 hombres que hacen labores de policía.

Informe sobre violaciones

En el año que lleva la entidad en tierra sudsudanesa, una comisión que investiga los crímenes en el país ya ha adelantado un informe en el que se identificaron 38 oficiales del Ejército de alto rango y tres gobernadores, como perpetradores de crímenes de guerra y de lesa humanidad.

Esta Comisión se ha hecho con una gran cantidad de pruebas y ahora espera que la Unión Africana (UA) proceda, de acuerdo a la recomendación de la ONU, a la creación de una corte híbrida para Sudán del Sur.

Ante esta prolongación de mandato de la ONU en el país, el investigador del Centro Cipe de la Universidad Externado y experto en estudios africanos, Florent Frasson-Quenoz, señaló que el organismo internacional debe responsabilizarse ante esta situación, aunque señaló la dificultad que conllevan las intervenciones militares, así como las respuestas que puedan presentarse por parte de países miembros del Consejo.

“Ahora que hay presencia de la ONU en territorio la dificultad es siempre la misma: hasta que punto se puede intervenir militarmente, si se hará o no uso de la fuerza, si usar o no la fuerza, en que medida, y si a largo plazo países como Estados Unidos por ejemplo, van a estar dispuestos a gastar recursos en la construcción del Estado en Sudán del Sur”, señaló.



Ingreso de Usuarios