Consternada se encuentra la familia del afectado fatal, Luis Carlos Ochoa Furrieles, natural de Riohacha, de 36 años de edad, quien falleció tras sufrir un fuerte accidente en la vía que conduce de Manaure a Riohacha.
El occiso era hijo único de la unión familiar entre Edgar Rafael Ochoa y Luisa María Furrieles, iba conduciendo con John Janer Benjumea de 25 años de edad, a la altura del kilómetro 11 cerca al Pájaro, cuando en aparente exceso de velocidad, una de las llantas se explotó ocasionando que el carro perdiera el control y se volteara, y a su vez saliera expulsado del carro.
A esta hora Benjumea, quien iba de copiloto, recibe atención médica luego de las lesiones presentadas en diferentes partes del cuerpo.
“Mi hijo no pudo controlar el carro y por el impacto lo sacó. Llegamos al centro asistencial de Manaure y ya estaba sin signos vitales, ya estaba malo. Mi hijo no merecía haber muerto así. Dios me lo dio y Él mismo me lo quitó, pero Dios me dará una respuesta de esto porque solo Él sabe” expresó Edgar Ochoa, padre del occiso.
Por otro lado, según su tía Jackelin Ochoa, hizo falta una atención oportuna en las zonas rurales para que su sobrino pudiera ser atendido y manifestó “estoy muy dolida, y hago el llamado a las autoridades, la salud es blanca y no tiene color político. Porque desde las 5 de la tarde que fue el accidente y se trasladó, es hasta las 11 de la noche que lo pasan a Riohacha”.
El cuerpo de Luis Ochoa fue velado en la casa de su padre en el barrio Los Nogales, al lado de la iglesia Divino Niño, de Riohacha.