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Sáb, Abr

Contrabando de gasolina en el departamento un monstruo de mil cabezas

Los riesgos que tienen que correr los involucrados en el contrabando de hidrocarburos, además de que es una actividad ilegal y se podrían ver inmersos en procesos penales.

Judiciales - Local
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Se conoció el testimonio de un revendedor de gasolina, quien aseguró que hay varios jefes y organizaciones dedicadas a esta práctica ilegal.
Desde este miércoles se adelanta un cese de actividades en más de cinco mil juzgados en todo el país en protesta por las medidas que ha tomado el Gobierno de Iván Duque.Antonio Lucena, un ciudadano venezolano que tras la crisis económica que tuvo su país, no encontró alguna opción de mantener a su familia, se vio obligado a formar parte de una organización delincuencial que trae gasolina desde el vecino país a precios irrisorios y la venden en Colombia a cambio de millonarias ganancias.

Lucena, un hombre que aparente no superar los treinta años de edad, aseguró que no trabaja solo, hay cientos de personas en Maicao, Riohacha y otras regiones del departamento que están detrás del negocio del contrabando de combustible.

Por eso cree que, aunque los controles adelantados por la Policía se han fortalecido, el negocio ilegal es inmune.Según el testimonio de Antonio, detrás de toda esta actividad criminal hay un líder que coordina y comanda el contrabando de gasolina.

"Por lo menos yo le trabajo a un patrón, él trae su gasolina en camión y uno la revende, él le paga a uno. Eso allá lo compran en bolívares venezolanos y aquí uno la vende en pesos, eso deja algo para la familia", contó Lucena.

Peligro inminente El ciudadano venezolano también advirtió que, en muchas ocasiones, ha tenido que poner en riesgo su vida y por los constantes controles que hace la Policía, le ha tocado ir hasta donde están los camiones, pero como tal, el trabajo de su "patrón" es poner la materia prima, es decir, el dinero en efectivo para comprar la gasolina, contactar los camiones y coordinar toda la operación ilícita para que después sus trabajadores le rindan cuentas de la actividad ilegal.

Cuando la gasolina finalmente llega a Colombia, Lucena es el encargado de vender y distribuirla a los conocidos
Cuando la gasolina finalmente llega a Colombia, Lucena es el encargado de vender y distribuirla a los conocidos "pimpineros”,


 Pero este hombre que está detrás del negocio que en menos de 5 años les ha quitado la vida a varios policías y ha dejado heridos aproximadamente a unos 15 uniformados más, asevera que la organización de la cual hace parte no es la única que está delinquiendo en el departamento de La Guajira, sino que hay muchos jefes detrás de controlar este negocio que se está convirtiendo en "una bomba de tiempo".

"Bastante gente le trabaja al patrón y como el patrón hay bastantes, aquí en esta región hay muchos grupos de contrabandistas de gasolina", aseguró el venezolano revendedor del hidrocarburo.La policía trata de investigar si estos "capos del contrabando" en el departamento de La Guajira están operando dentro de la región o simplemente dan órdenes desde Venezuela, al parecer, para tener un mayor control sobre el dinero que invierten y la cantidad de hidrocarburos que ingresan directamente a Colombia a afectar la economía nacional.

 Los riesgos que tienen que correr los involucrados en el contrabando de hidrocarburos, además de que es una actividad ilegal y se podrían ver inmersos en procesos penales, también se le suma las peligrosas trochas ilegales que tienen que cruzar, los controles de la guardia bolivariana y de la policía nacional, además de los peajes irregulares instalados que consideran como tierra de nadie.

Lucena le contó a este medio que por el trabajo que hace dentro de la organización de contrabansitas, el cual es revender los galones de combustible adquiridos en Venezuela a "pimpineros" colombianos, recibe la suma de 2.000 pesos por cada pimpina, mientras que las ganancias para el patrón son millonarias, pues en muchas ocasiones, tiene más organizaciones detrás de sus órdenes para ingresar combustible al país de manera ilegal.


Cuando la gasolina finalmente llega a Colombia, Lucena es el encargado de vender y distribuirla a los conocidos "pimpineros”, quienes comúnmente, sin ningún tipo de control y poniendo en completa exposición el combustible, lo ofrecen y comercializan en las principales carreteras de La Guajira.Antonio Lucena es técnico medio egresado del Colegio Rafael Belloso Chasin de Maracaibo, en Venezuela, pero la necesidad y la crisis de su país lo convirtieron en un contrabandista de gasolina.


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