El confeso asesino de Guarne Jaime Iván Martínez Betancourt no solo se jactaba de sus crímenes sino que además contaba detalles a compañeros
de una fábrica de químicos en esa población en la cual trabajó, pero éstos nunca le creyeron. Uno de los hombres que lo conoció en esa fábrica
y quien pidió mantener su identidad en reserva, contó que Jaime les relataba los asesinatos e incluso entregó detalles de las cuerdas de nylon que empleó para ahorcar algunas de sus víctimas, pero sus compañeros de trabajo nunca le creyeron y solo pensaron que estaba loco.
“Él tenía reacciones muy extrañas, reacciones de un psicópata, se alteraba por cualquier cosa y arrojaba los objetos, y contaba riéndose que había matado a la esposa y entonces uno menos le creía”, dijo uno de sus compañeros de trabajo quien se declaró sorprendido ahora que se conoce la verdad.
Se investiga además si Martínez Betancourt sacó químicos de la empresa donde trabajaba, como formol, para rociar los cadáveres y así evitar que
generaran mal olor. Buscan más víctimas Cinco investigadores expertos de Bogotá del grupo de Criminalística central llegaron ayer a Guarne para apoyar la tarea de búsqueda de más restos humanos en la finca de la vereda Hojas Anchas donde el asesino serial Jaime Iván Martínez Betancourt le indicó a las autoridades que había enterrado a varias de sus víctimas.
Ayer durante una prospección arqueológica con el apoyo de perros, en el perímetro donde se hallaron los primeros cuatro restos, se detectaron otros posibles puntos en donde se centrará la búsqueda. Durante la ampliación de indagatoria Martínez- Betancourt ha manejado distintas cifras sobre el
número de sus víctimas por lo que las autoridades han pedido no especular y esperar a medida que los cuerpos vayan siendo recuperados.