La Sección Tercera del Consejo de Estado condenó al Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario a pagar una indemnización a la familia de un interno que se suicidó con cianuro en su celda.
Según el Consejo de Estado, si bien cuando ocurre este tipo de acciones suicidas la responsabilidad es exclusivo del individuo, la falla en el servicio radica en este caso por parte del Inpec, al advertir que no debe permitir el ingreso de este tipo de sustancias prohibidas a los centros carcelarios.
“La posesión de sustancias prohibidas por parte del recluso evidencia una falla en las obligaciones de custodia, vigilancia y requisa constante por parte de los guardianes del Inpec“, señala el Consejo de Estado.
Los hechos se presentaron en la cárcel Bellavista de Medellín el 22 de diciembre de 2003 cuando el hombre, condenado por homicidio, decidió quitarse la vida en el patio Quinto de ese centro de reclusión.
Ante la situación el Consejo de Estado condenó al Inpec a pagar más de 120 millones de pesos a la familia del interno implicado en estos hechos.