El caso ocurrió en la calle 93b con Carrera 16 en el norte de Bogotá, hasta donde llegó el grupo antiexplosivos de la Policía.
Luego de una llamada del personal de seguridad de un laboratorio por alertó un paquete sospechoso, los peritos antiexplosivos identificaron que se trataba de una caja metálica y en su interior dos kilos de un explosivo conocido como Amonal, dos detonadores y la activación por celular.
Al consultar con expertos antiexplosivos de la Fiscalía compararon la capacidad de esta carga con el poder destructivo de ocho granadas de fragmentación. La fiscalía recibirá los informes de la Policía para iniciar una investigación y determinar no sólo quiénes serían los autores dejar esta carga, sino cuál sería su intención.