La mujer vive refugiada con sus hijos, y aunque ella sigue trabajando, los pequeños han dejado de ir al colegio.
A la angustia que le tocó vivir por las agresiones de su ex compañero sentimental tras dejar su relación de pareja, Ana afronta ahora la difícil situación de vivir refugiada con sus hijos, quienes han dejado de asistir al colegio y ella abandonar su trabajo.
Ana es víctima de uno de los nueve capturados en el país por el delito de violencia intrafamiliar, quien se encontraba prófugo de la justicia luego de que ella lo denunciara por los golpes y amenazas de que era víctima frecuentemente.
En diálogo con la prensa dijo que si bien la captura de su ex pareja le da algo e tranquilidad, también se siente preocupada porque constantemente recibe llamadas de la familia del hombre presionándola para que retire la denuncia en su contra.
"Esto es muy difícil porque los niños están encerrados, han tenido que dejar el colegio, y yo no puedo hacer mis actividades a las que estaba acostumbrada. pero entiendo que es por la seguridad de ellos y la mía", dijo Ana, con algo de tristeza.
En meses pasados los medios de comunicación registraron el caso de esta mujer, a quien el hombre, con quien había vivido por varios años, le propinó una golpiza en plena calle, delante de su pequeña hija, porque ella lo había denunciado justamente por una agresión anterior.
Desde entonces el hombre estaba huyendo de las autoridades que habían expedido orden de captura en su contra, la cual se hizo efectiva el martes en operaciones de las autoridades en varias ciudades del país.
"A mí me dijeron y me desplacé hasta el Cavif, y acá me confirmaron que, en efecto, se trata de la persona que me agredió. Pro fin se hizo justicia en mi caso", dijo Ana.
La mujer hizo un llamado a las demás víctimas de violencia intrafamiliar para que se animen a hacer las denuncias para que los crímenes de estas personas no queden en la impunidad, y puso su caso como ejemplo de que la justicia sí funciona si se mantienen en las denuncias.