Helbert Otero, principal accionista de Fidupetrol, se convirtió en protagonista del escándalo de la Corte Constitucional en el que resultó salpicado el magistrado, Jorge Pretelt, por presuntamente haber pedido 500 millones de pesos a cambio de favorecer una tutela que beneficiaría a esa firma.
Hoy fue condenado a dos años y un mes de prisión, ya que un juez de conocimiento de Bogotá en audiencia pasada avaló el preacuerdo logrado con la Fiscalía y aceptó cargos por el delito de tráfico de influencias.
Contra Otero, el juez ordenó su captura para que cumpla el resto de la Pena en prisión. Sin embargo, como estuvo en prisión un año ese tiempo se descuenta de la pena por lo que le queda un año de la sentencia por cumplir.
Dentro de las pruebas en contra de Otero se encuentra la declaración de Víctor Pacheco, quien aseguró que se encontraba en Barranquilla cuando fue contactado por Otero.
El ejecutivo le ofreció ejercer la defensa de la firma por unos honorarios de 152 millones de pesos. La Fiscalía afirmó que el objetivo del contrato era la realización de gestiones para que saliera avante una tutela que favorecía los intereses de la firma.
“La cabeza de todo este asunto era Helbert Otero, el hombre detrás del escritorio era él, quien trajo desde Barranquilla al abogado Víctor Pacheco. La misión era clara: si las cosas salían como lo planeado y esa tutela era aceptada, Fidupetrol no pagaría los 22.500 millones de pesos derivados de una deuda que tenía con la Gobernación de Casanare”, dijo el fiscal del caso en la imputación de cargos.