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Jue, Mar

La angustia de no ser una carga para su familia

Miriam Ordóñez, (D), psicóloga especialista en Seguridad y salud en el trabajo y líder en salud mental en la Policía Nacional .

Judiciales - Nacional
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Es uno de los factores que encierra a una persona de la tercera edad para llevarlo a tomar una decisión mortal en la intimidad.


Quitarse la vida puede interpretarse como un acto personal e íntimo y atañe el hecho de disponer sobre la existencia propia.

Sin embargo, el suicidio representa más que un daño voluntario contra la propia vida y se ha considerado a nivel mundial como una enfermedad que afecta a un gran número de personas que tienen en el transcurrir de su vida y adquieren una ideación suicida, producto de estados de ánimo generados por la depresión o enfermedades sicóticas, tal como lo define Miriam Ordóñez, psicóloga especialista en Seguridad y salud en el trabajo y líder en salud mental en la Policía Nacional desde hace más de 18 años.

El tema volvió a ser debate en el departamento del Magdalena en lo que va en los primeros 10 días del 2018, tres muertes por mano propia, los cuales fueron los titulares de los medios de comunicación donde se evidenciaron en menos de cinco días, todos con un común denominador asociado: eran personas pertenecientes a la tercera edad.

Tres tragedias lamentables, casi que seguidas fueron las registradas: la primera el pasado tres de enero en el municipio de Tenerife, un ganadero de 75 años de edad, quien se ahorcó en una finca de su propiedad luego de haberse despedido de sus familiares anunciando que iría a hacer un trabajo; al siguiente día se conoció que un líder social, de 60 años de edad, también acabó con su vida bajo la misma modalidad en la vivienda donde residía con su familia en Ciénaga; el último hasta la fecha, el seis de enero fue un anciano de 77 años, cuyo cuerpo fue encontrado colgado de un árbol con una soga atada en su cuello en el cementerio de Nueva Granada.

¿Estos hechos podrían llevar a una interpretación, debido a esta época del año donde se inician nuevos proyectos de vida y quizás esta vez no incluyeron en su anuario alguno parecido? Las autoridades encargadas de estos casos tendrán que revisar estos factores comunes.

Pese al despliegue de los medios sobre estas tragedias, el fenómeno de quitarse la vida es mucho más generalizado de lo que se piensa y no es local, ni regional, es a nivel mundial que está afectando a la población preadolescente, adolescente y también a los adultos mayores.

Para la psicóloga Ordoñez desafortunadamente se está perdiendo la identificación de una comunidad en donde hay vulnerabilidad que los expone a una conducta inmersa en varios factores, que alimentan la idea de la autoagresión vista como una enfermedad que puede ir evolucionando en tiempo o que puede ocurrir en un momento determinado de la vida.

En una persona anciana muchas veces tienen una condición de exclusión social al interior del núcleo familiar y llegan a sentirse como una carga emocional y tienen la percepción de ser un problema más; además, al no tener ingresos económicos definidos les da la sensación de no contar con un respaldo.

Otro de los factores que caldean la idea del suicidio en los adultos mayores, según la trabajadora en salud mental, son las enfermedades, la pérdida constante de amigos y familiares, porque hay que reconocer que es un periodo de la vida donde se experimentará ver partir a los seres queridos. Todas estas circunstancias fomentan la ideación de muerte.

¿Las familias cómo pueden frenar estas tragedias?

La especialista recomienda fomentar la comunicación, el amor, la inclusión en la vida familiar, en visitarlos, ser cariñosos, hacerlos sentir amados, a estar pendientes de su salud, a no abandonarlos porque priorizaron las actividades en la vida personal de cada uno y que estas personas adultas mayores no lleguen a estados de decepción, depresión o ansiedad, estos son temas que deben tomarse en serio como enfermedades y no como malos ratos o debilidades de ciertas personas, de tener el valor de mirar las causas, explorarlas y cuidar de ellas para que no lleguen a tomar mortales decisiones. 

No es descabellado hablar del suicidio cuando una conducta de estas empieza a ser reiterada en una persona y es un tema que debe tratarse pronto no solo por parte de quienes componen el círculo social de la persona con ideas suicidas, sino por parte de ella misma.

Esto es un tema de salud pública que debe tratarse desde la infancia, sin dogmas y que puedan evitarse estos hechos lamentables.


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