Los uniformados fueron implicados en el magnicidio de Gómez Hurtado en 1995 en Bogotá.
La Fiscalía General de la Nación llamó a indagatoria a tres integrantes de la Policía Nacional por su presunta responsabilidad en el crimen del líder político Álvaro Gómez Hurtado, por los delitos de favorecimiento y fraude procesal en el desvío de las investigaciones sobre estos hechos.
La Fiscalía General de la Nación llamó a indagatoria a tres integrantes de la Policía Nacional por su presunta responsabilidad en el crimen del líder político Álvaro Gómez Hurtado, por los delitos de favorecimiento y fraude procesal en el desvío de las investigaciones sobre estos hechos.
Se trata del mayor de la Policía Marcos William Duarte Valderrama, quien fungía como jefe de la unidad de homicidios de la Dijín, Luis Guillermo Parra Niño, comandante de la Sijín de Sincelejo para la época de los hechos y Amín Antonio Acuña Severiche, quien era agente de la Sijín de esa misma ciudad.
El fiscal de conocimiento del caso, decidió citar a indagatoria a los uniformados que podrían estar vinculados con la desviación en la investigación que se adelanta por el magnicidio ocurrido el 2 de noviembre de 1995 en la ciudad de Bogotá.
La Fiscalía confirmó también que los policías habrían incurrido en actuaciones "arbitrarias", como capturas y judicializaciones de personas inocentes, además de la utilización de falsos testigos para entorpecer las investigaciones. Las diligencias de indagatoria se realizarán el 14, 19 y 22 de junio en Bogotá y serán utilizadas en el proceso que siguen las autoridades para esclarecer este crimen declarado en el 2017 como de lesa humanidad y que fue cometido por el "Cartel del Norte del Valle".
Según la Fiscalía, ese grupo delincuencial tenía una política de "exterminio" de personas que se convertían en sus adversarios por las posturas que asumían frente al fenómeno del narcotráfico o por la defensa de la extradición, instaurada por el temeroso cartel de los “extraditables” en la década de los 80.
Álvaro Gómez Hurtado, hijo del expresidente Laureano Gómez, fue protagonista del debate político en Colombia y algunas versiones señalan que su asesinato se produjo por la oposición al Gobierno Samper, después del escándalo del proceso ocho mil.