Antes era en los semáforos de Cuatro Vías, que se encontraba la semilla de marañón, ahora es en todos los sectores de la ciudad, que se encuentran los vendedores ambulantes vendiendo la almendra, que traen desde el Estado Zulia, en la hermana República de Venezuela.
En todas las actividades del comercio informal y en muchos casos en la formal hay un venezolano llenando cualquier vacante, como también quitándole el sustento a un nativo.
Los venezolanos expenden la semilla en varias presentaciones que van desde mil hasta 10 mil pesos, claro, si pide rebaja la obtiene más económica.
El marañón no es una fruta muy apetecida por su sabor incipiente y extraño, fuerte olor y que se corre el riesgo de se puede manchar la ropa, sin embargo, la semilla es muy deseada.
Según los estudios, la semilla está cargada de antioxidantes, vitaminas, magnesio, fósforo, manganeso, zinc, cobre e hierro (estos dos últimos eliminan los radicales libres), además, de que no tiene colesterol.
La semilla tiene varias ventajas que ayuda al cuerpo estar sanamente y sin grasa porque no contiene colesterol. Los ácidos grasos monoinsaturados de la semilla (como el Oleico) se encargan de bajar los niveles de colesterol ‘malo’, y previenen que las arterias del corazón se obstruyan.
La fibra de la semilla ocasiona que quien las consuma se sienta satisfecho rápidamente, apoyando los procesos para mantener un peso ideal, pero eso no es todo porque la fibra brinda energía y acelera el metabolismo, apoyando un adecuado proceso digestivo.
La semilla es una rica fuente de magnesio; este es muy bueno para controlar la presión arterial alta, evita que se sufra de espasmos musculares, fatiga y migrañas. A su vez, refuerza los huesos y regula el tono de los nervios para mantenerlos sanos.
Igualmente, es benévola con los dientes para que sean fuertes y encías sanas. La semilla de marañón contienen Zeaxanthin, un pigmento antioxidante que es absorbido por la retina y la protege de la degeneración y los rayos ultravioleta del Sol.
Asimismo, ayuda a evitar la Diabetes tipo 2, que colabora con reducir bien los triglicéridos y el riesgo de que la persona desarrolle Diabetes tipo 2.
Por último, la proantocianidinas (una clase de pigmento vegetal) presentes en la semilla del marañón tienen como tarea defendernos de las células que producen cáncer, por ejemplo, el de colon. Se sabe que intervienen para que las células cancerígenas no se dividan.
