Si nos ayudan salimos de ésta: "Juan Carlos"

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Por Alcides Alfaro Guerra, colaborador

Con algunos tímidos intentos de superar el delicado estado en que se encuentran por la adicción a las drogas alucinógenas, varios jóvenes en Maicao esperan de la sociedad, esa que no los quiere ver por las circunstancias mismas que los afecta, más comprensión y disposición para ayudarlos a salir adelante.

Así lo dejó entrever Juan Carlos*, uno de los habitantes de la zona conocida como El Mercadito Guajiro, área donde siempre ha sido un controvertido escenario de venta y consumo de drogas.

AAF: ¿Cuál cree usted que debe ser la salida a esta situación en que se encuentran muchos jóvenes que deambulan drogados por las calles?

Juan Carlos*, Primero que todo, que la sociedad, el gobierno registren a las personas y que colaboren con las personas que tienen esta enfermedad, porque se puede decir que esta es una enfermedad. Usted no sabe qué es droga, qué es la drogadicción y muchos aquí no saben. Entonces qué sucede, que necesitamos apoyo de una persona que nos acepte como somos. ¿Como somos? Somos drogadictos, somos ladrones, somos embusteros. Pero porque no tenemos un apoyo, una persona que nos colabore.

AAF: ¿Usted está dispuesto a rehabilitarse?

Juan Carlos*: Por supuesto que sí. Sinceramente me gusta la droga. Es mi necesidad ¿me entiende? Entonces que nos ayuden, que nos den capacitación.

AAF: ¿Qué dice su familia de su comportamiento?

Juan Carlos*: No, mi familia no está de acuerdo con mi actitud, pero desean ayudarme.

AAF: ¿No cree que se corre mucho riesgo de vivir en ese mundo de la drogadicción?

Juan Carlos*: Por supuesto que sí. Aquí pagan muchos justos por pecadores. A usted le roban en su casa, usted, todas las mañanas trabajando como está pa’ que vaya otra persona a robale, usted saca una pistola y le da su pilonazo. ¿Por qué? Porque usted lo primero que dice ese es un chirrete prá.

AAF: ¿Usted Admite que ha robado?

Juan Carlos*: No, yo le soy realista y le digo la verdad. No le voy a decir que no he robado, sí.

Todos hemos robado. Algunos de ustedes no ha robado (dice señalando al grupo de compañeros que lo eligió para que llevara la palabra en la entrevista). Más no se vive de eso. Sinceramente yo trabajo gracias a Dios. Yo trabajo en electricidad e ingeniería industrial y me conocen como Jópatan.

AAF: ¿Quiénes son tus llaves, tus amigos aquí en el grupo?

Juan Carlos*: Todos, todos son mis hermanos de aquí palante. Él, -dice mostrando a sus compañeros-, rebolea y despacha carros, éste recicla, recoge cartoncito, aquel coge hierrito, ese arregla con electricidad el otro arma focos, aquel de pronto se dedica a robá, así como todo, ¿si me entiende?

Cada uno tiene su arte, pero no tienen apoyo.

AAF: Es cierto que ustedes son muy solidarios con la droga. Que si alguien tiene y el otro no, ¿comparten?

Juan Carlos*: Por supuesto, todo se comparte. Ellos son tus amigos. Si ellos no tienen plata tú les prestas.

A Juan Carlos* lo llamamos con ese nombre, porque nos pidió que ocultáramos su identidad pero si permitió que le tomaran fotos.

Recientemente el gobierno municipal compartió con ellos una intervención integral que incluyo alimentos, una charla y una oración con un grupo de jóvenes cristianos-evangélicos, pero la situación para el grupo sigue igual.

En un encuentro comunal esta semana, el alcalde José Carlos Molina advirtió que será muy duro con los expendedores drogas y expresó que si es necesario, las autoridades “van a patear” esas ollas porque no se va a permitir más que se sigan afectando los jóvenes en Maicao que hoy podrían estar en caminos diferentes ayudando a la sociedad y creciendo con sus familias decentemente.  
A Juan Carlos lo llamamos con el ese nombre, porque nos pidió que le ocultáramos su identidad aunque si se dejó fotografiar.
A Juan Carlos lo llamamos con el ese nombre, porque nos pidió que le ocultáramos su identidad aunque si se dejó fotografiar.