La bondad y las buenas acciones cambian realidades

Albeniz José Mena Valbuena, todos los domingos le obsequia el almuerzo a la gente de la calle.

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El deseo y la sensibilidad de Albeniz José Mena Valbuena de servir a los más necesitados lo llevaron a ofrecer un abrigo de esperanza cada domingo con alimentos, afecto y compañía a quienes son menos favorecidos socialmente.

Albeniz José se preparó en artes culinarias, empezó en Venezuela cuando al terminar su bachillerato decidió estudiar gastronomía de ahí recibió un contrato con un hotel en Puerto Vallarta, México a donde se fue siguiendo sus sueños, comenzó una especialización en cocina prehispánica pero al término de su contrato la crisis llegó y mientras terminaba sus estudio le tocó duro.

Cuenta que la falta de trabajo lo llevó adormir en la calle, pasar días sin comer, tiempo en el que la solidaridad humana le brindó ayuda de la mano de amigos mexicanos y venezolanos quienes lo albergaron y al finalizar sus estudios le ayudaron a regresar a Venezuela donde se encontraba su familia.

En el 2012 cuando la crisis en el vecino país comenzaba, Albeniz decide volver a la tierra que lo vio nacer la que su padre le dio por herencia, aquí logró validar sus títulos y trabajar en diferentes restaurantes hasta llegar al actual donde ya tiene un año.

Considera que vivir esa experiencia en las calles de México lo llevó a realizar esta labor que domingo a domingo reúne a la familia y amigos quienes con su colaboración económica, de alimentos, medicinas y ropa van llevando esperanza a los más de 15 hombres y mujeres que viven en la indigencia y que con esto se sienten tomados en cuenta. Manifiesta que con el almuerzo los domingos intentan dar un menú completo con sus proteínas, frutas y bebidas naturales.