La administración del cementerio indicó que se redujo en un 97%, desde que se conoció el tema de los falsos positivos.
Del año 2008 al año 2010, al cementerio Gente Como Uno llegaban alrededor de cinco a seis cuerpos sin vida, los cuales no fueron reclamados por sus familiares y se desconocía plenamente su identidad. En lo que va corrido del año, solo ha sido inhumado un cadáver, el cual aún aparece como no identificado.
El camposanto es dirigido por la profesional forense Sonia Bermúdez, quien asegura que la reducción se ubica en un 97 por ciento, debido al cambio de las condiciones de seguridad en muchos territorios.
“Sabemos que antes, el conflicto armado producía la desaparición de muchas personas que eran asesinadas por grupos ilegales. Eso más que todo era por falsos positivos; posteriormente llegaban a mí y yo los sepultaba”, manifestó Sonia Bermúdez.
Asimismo, explicó que después que se destapó el escándalo de los falsos positivos, entonces ya cesó la llegada de estos muertos. Ahora las cosas han cambiado y normalmente se sabe quiénes son asesinados y bajo qué circunstancias.
Bermúdez destaca que, en el 2016, fueron sepultados tres cadáveres. Asimismo añadió que en los últimos días la visitará una comisión de diversas entidades judiciales y de Derechos Humanos, que trabaja en la identificación de varios restos mortales.
Único autorizado
En la actualidad, Sonia recibe los cadáveres provenientes del Instituto de Medicina Legal y les da sepultura. El cementerio Gente Como Uno es el único autorizado para las inhumaciones estatales, debido a que tiene un convenio de cooperación con el distrito de Riohacha.