A través de un control alámbrico, un pequeño robot que luce como una retroexcavadora levanta un pequeño recipiente con su respectivo brazo mecánico y lo traslada de un lugar a otro. El pequeño dispositivo se desplaza con facilidad a través de un tren de rodaje, mientras emite un sonido característico de los pequeños robots.
Cualquiera podría pensar que este vehículo es parte de la tesis de un estudiante de Ingeniería Mecatrónica de alguna reconocida universidad; o incluso, la muestra del ingenio de un profesional en Robótica, que está a punto de llevarlo a una importante exposición.
Lo curioso es que es un joven guajiro sin un diploma de profesional, es el responsable de este novedoso invento. Su nombre es Luis Gabriel De la Hoz, oriundo del municipio de Barrancas, quien desde temprana edad ya mostraba una inclinación por la mecánica y la electrónica.
“Siempre ocupé el primer puesto en el colegio; me destacaba en Biología y Ciencias. Cuando tenía 15 años, en mis años de bachillerato, diseñé un abanico con una licuadora y recibí muchas felicitaciones por parte de mis profesores; me dijeron que en mí había un talento para la creación de estos dispositivos”, señaló.
Desde ese momento, a través de libros, videos, películas de ciencia como Robocop y Wall-e, y una curiosidad insaciable, De la Hoz empezó a experimentar con diversos materiales de hierro como Tuercas, tornillos, y otros. Todo lo conseguía en expendios de material reciclable, economizando costos y saltando las barreras que la vida le ponía en frente.
Doce de la noche, una de la mañana, y hasta las tres de la mañana, este joven guajiro permanecía ensamblando piezas, diseñando circuitos eléctricos y mejorando los detalles mecánicos de sus creaciones. Reconoce además, que se ha equivocado infinidades de veces, pero “son los errores los que me han hecho inteligente, y me han llevado hasta donde estoy”, señaló.
En su intento de imitar al robot animado Wall-e. Luis Gabriel terminó concretando algo parecido; tardó seis meses en diseñar y construir una retroexcavadora en pequeña escala, hecha 100% de hierro, compuesta por un tren de rodaje, cadenas, un centenar de tuercas y tornillos, engranajes, guayas, resortes, túneles, circuitos integrados, y un brazo que funciona como palanca que al final contiene unas pinzas que se unen para sujetar pequeños objetos y trasladarlos de un lado a otro.
El joven, quien vive con su madre, ahora realiza varios oficios para su sustento, y espera poder contar con la ayuda de entidades públicas y privadas para llevar a cabo sus estudios de ingeniería, sea Electrónica, Mecatrónica o relacionadas.