Los amigos de lo ajeno desde el año pasado, mediante robos continuados, comenzaron a desvalijar al nuevo Cementerio de esta localidad, ubicado en la vía que de la cabecera municipal conduce al corregimiento de Guayacanal.
El nuevo Cementerio de Barrancas, fue construido hacen pocos años por la empresa Cerrejón y entregada a la Diócesis de Riohacha, para que las comunidades localizadas: como Roche, Patilla, y Chancleta, pudieran darles cristiana sepultura a sus fieles difuntos, de acuerdo a sus usos y costumbres, toda vez que el Cementerio Central de esta localidad, ya no cuenta con espacios disponibles para construir nuevas bóvedas.
El denuncio sobre estos actos sacrílegos continuados en el nuevo Cementerio de las comunidades reasentadas, fue instaurado ante la Inspección Central de policía y la Fiscalía, por el padre Widman Navarro, quien solicito a las autoridades que se refuerce la vigilancia y se aplique la ley y la autoridad, en la ciudad amable de Barrancas a quienes se dediquen a las actividades delictivas.