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Vie, Mar

Récord de calor

Editorial
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Ya la preocupación es mundial. Ahora las Naciones Unidas han expresado su preocupación luego de que científicos registraran que el planeta rompió récords del mes más caluroso por 12 meses consecutivos.


Los datos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, difundidos confirmaron datos previos compilados por la Nasa y la Agencia Meteorológica de Japón deben ser tenido en cuentas por las naciones del mundo, como una alerta para saber que estamos acabando con la Tierra.

Los datos se mostraba que la temperatura promedio de abril fue de 13,7 grados Celsius (56,7 Fahrenheit), 1,1 grados Celsius (2 grados Fahrenheit) por arriba del promedio del siglo XX y muy por arriba del antiguo récord de 2010, esto refleja que cada vez más nos acercamos a límites peligrosos sin tomar conciencia que estaos destruyendo vidas.

Lo que es particularmente preocupante es el margen en el que se rompen estos récords. No están siendo superados, están siendo acribillados de forma más bien frecuentes aunque los récords que se fijaron el año pasado ya eran alarmantes, el calor que atestiguamos en 2016 hace que el 2015 en comparación sea una nimiedad. Terrible, aterrador y espeluznante.

En el centro de la India hay regiones desbastadas por dos temporadas consecutivas de monzones escasos y una dura sequía, arruinando constantemente las pocas cosechas y poniendo en riesgo la estabilidad económica de los campesinos de la región que pensaron que haciendo créditos conseguirían hacer una buena inversión en las tierras, cuya producción los sacaría de la ruina. Ahora hay miles de campesinos, azotados por el calor y los préstamos bancarios.

Los pozos secos, los escuálidos campos de caña de azúcar y los frutales marchitos en toda la región reflejan el sufrimiento de millones de indios en al menos una docena de estados, golpeados por una severa sequía, que arroja estadísticas fatídicas: unos 400 agricultores se han suicidado en lo que va de año en la árida región de Marathwada, donde viven unos 19 millones de personas.

Las lluvias del monzón, que suelen durar de junio a septiembre, son cruciales en un país donde el 60% de la población trabaja en agricultura y menos de la mitad de los campos de cultivo tienen sistemas de regadío. Para el campesino medio, que vive de lo que gana de una temporada a otra, un monzón que no deja caer suficiente agua implica que la comida debe racionarse con cuidado porque tiene poco dinero para gastar.

Soñando con una buena cosecha, la mayoría de los agricultores de pequeña y media escala piden préstamos, a menudo con tasas de interés desorbitadas de hasta el 10% mensual, para comprar semillas y fertilizantes y arrendar tractores. Las sequías consecutivas bastan para erradicar los escasos ahorros de la mayoría de los agricultores y dejarlos en la indigencia. El departamento meteorológico de India indicó que los monzones de este año podrían estar por encima de la media, al remitir el efecto de El Niño, un calentamiento en el este del Océano Pacífico que provoca sequías en el sur de Asia.

Y esto es un pálido reflejo de lo que puede suceder si las naciones del mundo no se concientizan de llegar a acuerdos y firmar tratados que luchen por defender la Tierra.


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