Los colombianos reaccionaron con una mezcla de optimismo y dudas al acuerdo entre el gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las Farc para poner fin a más de medio siglo de guerra interna.
Algunos dicen estar muy contentos, porque, habrán menos muertos; otros, que habrá que esperar a que llegue el día del plebiscito para saber cuál será el rumbo de nuestro país; otras voces se alzaron en contra porque se a entregado el país sin que se vieran que los principales protagonistas muestren verdadero arrepentimiento y muchos menos paguen cárcel, lo que si es cierto y que no hay duda, es que hay u acuerdo final y el domingo 2 de octubre habrá plebiscito.
Para otros colombianos la paz nunca va a haber porque siempre la guerra ha sido un negocio; hay ciudadanos que ya afirman que la nueva generación que ya viene en camino serán los "hijos de la paz".
El miércoles en La Habana los jefes de los equipos negociadores del gobierno y de las Farc estamparon su firma en un histórico documento que puso fin a un conflicto que ha dejado más de 200.000 muertos; sin embargo, el acuerdo final, de 297 páginas, deberá ser refrendado el 2 de octubre por los colombianos en un plebiscito, situación que no ha sido aclarada debido a que todavía no está determinado cuantas preguntas va a tener esta consulta a los colombianos.
En otros el optimismo es el camino, más que todo en los territorios golpeado por la guerra durante estos ci9ncenta año de lucha que mantenido las Farc, y que ha sido a sangre y fuego, dejando una huella de dolor y tragedia.
Este proceso de paz ha dado para todo; hasta para que en su cuenta de Twitter el presidente Nicolás Maduro de Venezuela, uno de los países garantes de los diálogos de paz, felicitara a Santos ofreciéndole todo el apoyo, lo mismo que el resto de presidentes de la región que han hecho llegar sus notas de felicitaciones. En tanto, el secretario general de las Naciones Unidas Ban Ki-moon felicitó a Santos y al máximo jefe de las Farc, Rodrigo Londoño ‘Timochenko’, "por su arduo trabajo y perseverancia para llegar a esta etapa del proceso". Hasta los guerrilleros recibieron felicitaciones.
La Onu, que ha apoyado el proceso desde el momento mismo de su inicio, hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que preste todo su apoyo a Colombia en esta nueva y trascendental etapa. Y de verdad que se va a necesitar, porque lo que se avecina es tan incierto, que va a ser necesario la ayuda de los países amigos.
En estos momentos en que el gobierno nacional respira más tranquilo ya que todo se ha consumado con respeto a los diálogos de paz, los líderes de las naciones de mundo también hacen parte de las felicitaciones. Por su parte, el secretario de Estado estadounidense John Kerry dijo en un comunicado que aplaudía con valentía el liderazgo del presidente Santos cuyo compromiso inquebrantable con la paz hizo posibles estos avance y sostuvo que Estados Unidos seguirá siendo socio de Colombia a medida que continúa tomando las medidas para asegurar la paz justa y duradera. No dijo nada sobre alias ‘Simón Trinidad’.
Otras voces calificadas también se unieron a las manifestaciones de felicitaciones ya que consideran que el compromiso de las Farc para desmovilizarse y desarmarse debe terminar con el capítulo trágico y sangriento de la historia de Colombia y ayudar a traer alivio después de años de violencia y abuso.
Las negociaciones entre la administración de Santos y las Farc comenzaron a fines de 2012. Desde entonces las partes lograron acuerdos en materia agraria, la participación de los rebeldes en política, la lucha conjunta contra el narcotráfico, el resarcimiento de las víctimas, la forma en que los actores del conflicto armado pagarán por sus crímenes, el cese bilateral y definitivo del fuego y el abandono de las armas, entre otros temas.
Naciones Unidas y grupos de observadores internacionales estarán a cargo del monitoreo del fin de las hostilidades y el funcionamiento de las zonas a las que arribarán de manera transitoria los guerrilleros mientras se realiza el abandono de las armas.
Si se formaliza el acuerdo final se extinguiría el último gran movimiento armado de América Latina, que seguramente podrá pasar con facilidad la consulta del octubre, ya que solamente es indispensable que el 13% del censo electoral se pronuncie.
Solo basta que el presidente se pronuncie sobre las conversaciones de paz con el Eln que aun opera en el país, para que de verdad se haga una paz cierta y verdadera.