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Vie, Mar

Comenzó la carrera presidencial

Editorial
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El día de la firma en el Teatro Colón, inició la carrera presidencial. Algunos dirán que es prematuro; pero no, todo lo ocurrido con el proceso de paz, el manejo político que se le ha dado, el sorpresivo resultado del plebiscito, la demora de las Farc por avanzar, desembocó en que ya estemos hablando de candidatos y partidos que mueven sus fichas con miras a la Presidencia en 2018 con el discurso del proceso, un sector para echarlo a andar y el otro para frenarlo con el argumento que requiere cambios.


El primer round lo ganaron los del No en el plebiscito, pero eso no significa que puedan echarse a dormir en la victoria; será una campaña marcada por el tema de la paz, relegando muchos otros males que requieren atención urgente, la crisis del sistema de salud, la educación cada día más deficiente, la inseguridad en la ciudades, el desempleo, los altos índices de pobreza, etc.

Los bloques comienzan a alinearse, la coalición que apoyó el proceso de paz irá unida para ver si logran implementar lo que tanto sudor y lágrimas les costó, ahí estarán el santismo con toda su maquinaria y parte de la Unidad Nacional, representada en el partido de la U que no tiene un buen candidato o ¿será que Roy barreras y Armando Benedetti tienen opción?

No creemos, entonces no les toca de otra que hacer parte de la coalición, como siempre por intereses burocráticos, ahí está la millonada que va a significar la inversión en el posconflicto; el partido Verde, el Polo y sectores de izquierda como Marcha Patriótica y las mismas Farc, unidos otra vez por el proceso de paz; más el partido Liberal que, por primera vez en muchos años tiene un candidato fuerte que puede llegar a segunda vuelta, Humberto De La Calle, aunque primero tienen que convencerlo porque se nota renuente, es él o pierden.

Mientras que por la corriente de la derecha está el uribismo con Iván Duque como candidato, a quien han venido perfilando, es natural que este partido no se subiera al bus del proceso porque ese mismo proceso será el principal combustible para hacer política y puede darse una victoria si logran atraer apoyos importantes.

Pero no pueden dormirse en los laureles, porque por esa misma línea está Germán Vargas Lleras, que sigue siendo un candidato con mucha opción por aquello de la chequera, además con no ir a la firma del acuerdo, marcó distancia con su jefe, el presidente Santos y muestra que su renuncia está cerca.

Queda el partido Conservador, dividido, en dos sectores: el que lidera Andrés Pastrana que se irá con Marta Lucía Ramírez, con más de 2 millones de votos en su haber y más cercanía con la propuesta de la derecha; y el de David Barguil, con la disyuntiva de seguir con Santos o unirse a la derecha, que escogerá lo primero, le gusta demasiado la mermelada. Falta ver dónde queda el

exprocurador Alejandro Ordóñez.

Lo irrefutable es el cambio de dirección, hacia la derecha, de la política continental que incidirá mucho en Colombia; el ascenso de Donald Trump como presidente electo de los Estados Unidos; sumado a la muerte de Fidel Castro que significa la terminación de una era y la crisis de Maduro cada día más cerca de caer.

La campaña que se viene será feroz y estará marcada, como para variar, por la guerra sucia y la ausencia de propuestas serias, pero es nuestra política y tenemos que estar preparados para evaluar y saber escoger lo que más le conviene al país.


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