De cara a las elecciones

Editorial
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger


Ecuador se prepara para vivir las elecciones presidenciales más importantes de los últimos tiempos, este domingo, con los candidatos presidenciales, el oficialista, Lenín Moreno y el opositor, Guillermo Lasso, su principal contendiente. Docente Calderón es sólo uno de los 15 hospitales que el gobierno abrió en los últimos seis años en zonas pobres de todo el país.
 Los centros de salud forman parte de la planificación nacional de atención médica del presidente Rafael Correa, quien dejará el poder después de diez años y tras haber ganado tres elecciones de manera consecutiva desde 2006. Ahora que su presidencia llega a su fin los ecuatorianos se preguntan qué sucederá con la estabilidad económica y política que han obtenido.

 A pesar de los retos financieros que actualmente enfrenta Ecuador -en gran medida ocasionados por la caída de los precios del petróleo, principal producto de exportación nacional- el país mantuvo un progreso notable durante años y la gestión de Correa impulsó planes de vialidad y grandes obras de infraestructura pública así como proyectos hidroeléctricos, de salud y educación que son reconocidos por simpatizantes y detractores. Cuando Correa llegó al poder en enero de 2007 pregonaba una ruptura con las agrupaciones políticas de entonces.

Según decía, éstas habían provocado una época de ingobernabilidad caracterizada por el derrocamiento de tres presidentes en una década y la adopción del dólar como moneda nacional en el año 2000.

En aquel entonces la crisis económica era tan grande que causó la quiebra de más de la mitad de los 42 bancos del país y Ecuador estaba al filo de la hiperinflación. Un año después de asumir la presidencia Correa modificó la constitución y demolió a los partidos políticos tradicionales, cuyos dirigentes prácticamente desparecieron del mapa, entre otros profundos cambios. La relativa tranquilidad económica y política que logró en la última década será una herencia difícil de mantener para cualquiera de los ocho candidatos que sueñan con reemplazarlo en las elecciones del próximo 19 de febrero. 

Ahora el futuro del país ya no dependerá de Correa sino del sucesor que elijan los más de 12 millones de electores. Los postulantes son el candidato oficialista Lenin Moreno, adelante en las encuestas con un apoyo de entre 28% y 35%, el opositor y banquero de derecha Guillermo Lasso, con un 22% en promedio, la derechista Cynthia Viteri con 12% y el exalcalde de Quito, Paco Moncayo, con un 8%. Hay otros cuatro candidatos que tienen menos de 3% de apoyo. 

El país que deja Correa no es el mismo que recibió pero tampoco está libre de preocupaciones. A la mayoría de los ecuatorianos les angustia la falta de liquidez de las arcas fiscales, que durante meses obligó al cierre o reducción de puestos de trabajo, así como a la notable disminución de la actividad del sector comercial y productivo.

 Como harían los candidatos presidenciales de cualquier país, los ocho posibles sucesores de Correa dicen tener la solución a los problemas aún no resueltos por él e incluso aseguran que podrían mejorar la situación: unos prometen que crearán miles -y hasta millonesde empleos mientras que otros proponen reformas constitucionales para derogar leyes lesivas para los ciudadanos.

Algunos, incluso, ofertan acceso a crédito barato. Sin embargo, al nuevo presidente de Ecuador le espera un gran reto. Cuando la cotización del petróleo cayó la caja fiscal entró en un proceso de iliquidez que se mantiene y que se ha sentido especialmente en los retrasos en el pago a los proveedores del Estado y el frenazo en las actividades productivas y la economía en general dado que el gobierno es el principal inversionista y creador de fuentes de trabajo. Correa dejará la presidencia en mayo pero nadie espera que se aleje por completo de la política.

Aunque el mandatario de 53 años adelantó que planea mudarse a Bélgica -de donde es su mujer- para dedicarse a caminar por las calles sin ser asediado por periodistas, también declaró a la prensa local que su retiro podría ser breve.

 Incluso los críticos de este líder irascible han reconocido el papel que Correa ha jugado en la mejora de la autoestima de su país. Por ello los ocho candidatos que compiten para sucederlo hablan de mejorar la situación sin desmantelar la dolarización y respaldan los programas sociales del actual presidente.