Armas no, comida y alimentos

Editorial
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Venezuela vive hoy otra gran jornada de protesta, arropada por el pronunciamiento de 11 países de América Latina, de respetar este tipo de manifestación, en el marco de la democracia.
 Como respuesta a esta acción el presidente Nicolás Maduro aprobó aumentar el número de civiles incorporados a las milicias armadas de Venezuela, mientras persiste la tensión y las protestas opositoras en el país sudamericano. 

Es así que el número de civiles uniformados creció a 500.000 miembros, aunque ya superan los 100.000, según cálculos oficiales y cada integrante de esa fuerza militar se le entregó un fusil. Las milicias bolivarianas fueron creadas por el fallecido presidente Hugo Chávez para incorporar a sus seguidores y colaborar con las otras fuerzas militares en la defensa de su revolución socialista frente a ataques locales y externos.

Chávez se estableció como meta incrementar el cuerpo a un millón de civiles. Para nadie es un secreto que este cuerpo representa un arma estratégica y un ícono de la unión cívico militar, además de una clara amenaza a los manifestantes que por estos días se toman las calles de las principales capitales del país, para expresarse en contra del régimen de Nicolas Maduro. Maduro efectuó su anuncio durante un acto en el palacio de gobierno, donde se celebró el séptimo aniversario de las milicias en medio de las tensiones generadas por las protestas casi diarias que se vienen registrando desde finales del mes pasado a raíz de dos sentencias que emitió el Tribunal Supremo de Justicia contra la Asamblea Nacional, que desde 2016 está bajo control de la oposición.

A pesar de que el máximo tribunal revirtió a inicios de mes los dictámenes contra el Congreso, las críticas internacionales y las protestas no han cesado. Como en cualquier país democrático, los únicos que deben portar armas de guerra son los militares y lo que necesita Venezuela no es fusiles, sino comida y medicinas; a pesar de que el mismo circulo cercano a Maduro descartó que la declaración del mandatario pueda intimidar a los opositores que realizan hoy una gran marcha convocada en la capital, dando a entender que no hay forma de acallar al pueblo, ni aminorar el rechazo del 85% de los venezolanos al régimen de Maduro. 

A pesar que la oposición ha escenificado recientes protestas desde hace más de dos semanas, el oficialismo, rechazó los cuestionamientos de los opositores contra las milicias, y adelantó que los civiles uniformados que vinieron desde el interior para participar en las celebraciones del lunes se quedarán en Caracas para participar en la marcha oficialista prevista también para el 19 de abril a la que se sumarán 60.000 motorizados; o sea, los dejaron a propósito para intimidar a los marchantes. 

De otro lado, la oposición consiguió un respaldo importante cuando los gobiernos de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Paraguay, Perú y Uruguay expresaron en un comunicado conjunto su pesar y rechazo por las muertes que han dejado las protestas de las últimas semanas en Venezuela, e hicieron un llamado a Caracas a que garantice la manifestación pacífica en la movilización de hoy, pidiendo a la oposición venezolana que ejerza con responsabilidad su derecho a la protesta.