El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, por fin lo reconoció, aunque sea en las postrimerías de su gobierno, a afirmar que Venezuela es su peor pesadilla, ya que una implosión en esa nación vecina puede convertirse en un problema tremendo para el proceso de paz y su país en general.
A Santos solo le interesa el proceso de paz; no tiene en cuenta los problemas que han tenido y tienen los exportadores, comerciantes, los grandes y pequeños empresarios que habían fincado sus esperanzas de negocios prósperos en un nuevo y mejor amigo, que había prometido pagar, además, las deudas que tienen con los empresarios colombianos; esto sin nombrar la terrible situación de los departamentos limítrofes con Venezuela que puede impactar negativamente en el contexto regional debido a esta grave situación venezolana.
Si hay una implosión en Venezuela, no es que vamos a recibir 500.000 personas, que ya están en el país, serán millones y eso va a ser un problema tremendo no solo para el proceso, sino también para los habitantes de los departamentos en donde están los venezolanos.
Colombia está recibiendo cada día personas desde Venezuela que están buscando una mejor forma de vida, lo que está creando una carga bastante dramática en el sistema educativo y de salud. Los colombianos ha sido generosos, no se han cerrado las fronteras y de cierta forma la gente se ha adaptarnos a esta situación que desafortunadamente se está empeorando.
Venezuela estaba considerada como un país en vías de desarrollo, con una economía basada primordialmente en la extracción y refinación del petróleo y otros minerales, así como actividades agropecuarias e industriales. Estaba clasificado como un país de ingresos medianos altos; se le reconocía también por ser uno de los 17 países megadiversos, con una geografía irregular que combina regiones áridas, selva, extensas sabanas en los Llanos y ambientes andinos.
El país posee las mayores reservas de petróleo a nivel mundial; las octavas de gas natural, y las decimoquintas en cuanto a oro. Además, cuenta con el conjunto de áreas protegidas más extenso de América Latina, denominadas Áreas Bajo Régimen de Administración Especial, las cuales abarcan aproximadamente el 63 % del territorio nacional. Y todo esto ha cambiado gracias a las políticas del Socialismo del Siglo XXI que impuso el fallecido presidente Chávez y que sigue a rajatabla el actual presidente Nicolás Maduro, que ha llevado a Venezuela a una economía en declive y con los más altos índices de inflación de la historia.
Las cosas están empeorando en todos los aspectos, no solamente económicamente sino también políticamente en Venezuela, lo que afecta a Colombia en un problema que espera el mundo entero que no dure 100 años porque ningún cuerpo resistir esto. En Venezuela tiene que haber un cambio y rápido porque no es solo la peor pesadilla para Colombia, ya que una implosión en el país vecino puede convertirse en un problema tremendo para el país en general.