El atentado que sufrió el ultraderechista Jair Bolsonaro, que ya es líder en los sondeos para las elecciones presidenciales de octubre en Brasil y fue acuchillado en un mitin, lo ayudará a atraer nuevos electores y puede permitirle reducir sus altos índices de rechazo, según los analistas.De acuerdo con diferentes analistas políticos y financieros, el atentado aumentará la intención de voto del polémico candidato en un primer momento, ya que atraerá apoyos por solidaridad o empatía, y puede reducir el rechazo récord que tiene el ultraderechista y que por ahora le hace inviable una victoria en segunda vuelta. Aunque sea difícil prever lo que ocurrirá, es plausible que la breve ventana de racionalidad abierta por el aumento del rechazo a Bolsonaro se cierre con la natural simpatía que toda víctima produce. Es normal que se produzcan actos de solidaridad para con la víctima y eso puede resultar en el aumento de su intención de voto y en las posibilidades de vencer las elecciones. En un hecho como el ocurrido toca directamente la emoción de los electores y beneficia a la víctima.
Pese a que no tenía contenido político, el dramático gesto de Adelio Bispo de Oliveira, el agresor, cambiará el rumbo de la campaña. La gran duda, sin embargo, es si el impacto del atentado será suficiente para derribar el porcentaje récord de electores que dicen que nunca votarían en Bolsonaro. El primer sondeo realizado tras la decisión hace ocho días del Tribunal Electoral de vetar la candidatura de Luiz Inácio Lula da Silva, que contaba con el 40 % del favoritismo, mostró que, sin el ex presidente, Bolsonaro pasó a ser el líder en intención de voto. De acuerdo con el Instituto Ibope, la intención de voto en Bolsonaro subió desde el 20 % en agosto hasta el 22 % en septiembre, lo que lo convirtió en el favorito para vencer las presidenciales tras la inhabilitación de Lula, preso desde abril para cumplir una condena de 12 años por corrupción.
Tras el capitán de la reserva del Ejército aparecen empatados en segundo lugar en los sondeos, con un 12 %, la líder ecologista Marina Silva y el diputado laborista Ciro Gomes, ambos exministros en el Gobierno de Lula y que heredan parte de sus votos. Pero la misma encuesta mostró que, aunque vencería la primera vuelta el 7 de octubre, Bolsonaro perdería contra cualquiera de sus principales adversarios en la segunda, programada para el 28 de octubre en caso de que ningún candidato supere el 50 %. Según las simulaciones hechas por el Ibope, en caso de una segunda vuelta con Marina Silva, la líder ecologista vencería con el 43 % contra el 33 % de Bolsonaro, y en caso de que su adversario sea Ciro Gomes, el laborista obtendría el 44 % y Bolsonaro el 33 %.Tal paradoja obedece a los altos índices de rechazo del ultraderechista, un defensor de la última dictadura militar en Brasil, 1964-1985 y polémico por sus insistentes declaraciones machistas, racistas y homófobas. Así como es el primer favorito, Bolsonaro también lidera los índices de rechazo electoral, con el récord de 44 %, el doble que su intención de voto.