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Vie, Mar

El déficit social y el derecho al agua

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Cesar Arismendy Morales

Cesar Arismendy Morales

Columna: Reflexiones

e-mail: cesaridys@hotmail.com

Economista de la Universidad de los Andes y Licenciado en Ciencia Sociales de la Universidad Distrital de Bogotá. Cursó estudios de Planificación del Desarrollo Rural y Urbano en la Universidad de los Andes y en el Instituto de Estudios Sociales de La Haya Holanda. Igualmente estudios de maestría en Desarrollo Regional en la Universidad de los Andes y cursos de Ciencias Políticas en la Universidad de Minnesota - Estados Unidos.



Los gobiernos y las corporaciones multinacionales siempre nos hacen ver lo que ellos desean que veamos. El sociólogo y líder del pensamiento de la Unidad Popular en Chile, Armand Mattelart en su trabajo “Para leer al Pato Donald”, nos advierte de los criterios engañosos que usan las empresas mineras en las comunicaciones de masas en su proyecto de neocolonización, especialmente, cuando llegan a regiones empobrecidas en la búsqueda de los recursos naturales no renovables.

El cientista social, que el año pasado estuvo en el Departamento de La Guajira, Ezequiel Ander-Egg en su “Introducción a la Planificación”, nos hace caer en cuenta de las connotaciones y contradicciones que encierran los indicadores sociales y económicos, con los cuales nos aproximamos al conocimiento de la realidad. Ambos, señalan que detrás de los discursos e indicadores, siempre se esconden contenidos ideopolíticos, es decir, una propuesta de dominación y una verdad que no se quiere revelar.

Un ejemplo de ello, lo podemos encontrar fácilmente en los indicadores de cobertura de agua. Veamos lo que sucede en el departamento de La Guajira. La actual cobertura del servicio es de 64% y en torno de ella los gobiernos muestran su capacidad de trabajo y gestión, cuando dicen que han subido la cobertura, por lo tanto, solicitan ese reconocimiento de la sociedad. Sin entrar a cuestionar la calidad y la continuidad del servicio, atendiendo a la lógica señalada por Mattelar y Ander- Egg, esta misma cifra nos está indicando que el 36% de los habitantes no tienen acceso al agua, es decir, que existe un gran contingente humano al cual no se le reconoce el derecho al agua, déficit social o desigualdad, que persiste muy a pesar de la cuantiosa inversión que se ha realizado a lo largo de 12 años, con cifras que se acercan al $ 1.1 billones en el sector.

En La Guajira tenemos importantes cuencas hidrográficas, muchas de ellas asociadas a la Sierra Nevada de Santa Marta y a la Serranía de Perijá, con importantes ríos capaces de abastecer de agua a los 840 mil habitantes del departamento, entonces ¿por qué ha resultado tan difícil cumplir con el derecho al agua? En esta reflexión vale la pena decir, que el caso de La Guajira no se parece para nada a la situación que padece el África subsahariana, en donde viven más de 300 millones de personas sin tener de donde tomar agua. Ellos no cuentan con fuentes hídricas, nosotros sí las tenemos.

Nuestro eterno problema ha sido de transporte, asequibilidad y sostenibilidad del servicio. No hemos sido capaces de aplicar la tecnología del tubo. El Gas de La Guajira se distribuye por intermedio de tres gasoductos que funcionan a la perfección y que lo hacen llegar a todos los departamentos de la Costa, a Bogotá y hasta Maracaibo, pero no hemos sido capaces de llevar el tubo de agua a Nazaret y a Puerto Estrella en donde se agrupan una significativa población indígena. El tubo no tuvo la culpa, han sido los gobiernos que han privilegiado, el contrato, las transacciones, las agendas ocultas con los operadores y no los derechos de aquellos que nunca tienen agua.

Con el cambio climático la temperatura tenderá a elevarse por lo menos dos grado y esto requiere invertir en agua para tenerla eficientemente. Pensando en todo ello, es que el gobierno departamental 2012-2015 ha decidido desde su plan de desarrollo, reivindicar el derecho al agua como la estrategia para la consolidación de una sociedad guajira más igualitaria, incluyente, productiva y adaptada al cambio climático. El presidente vino el pasado mes de mayo a poner en marcha los trabajos del Plan de Departamental de Agua Potable en Riohacha y en octubre recoge sus primeras cosechas de esta iniciativa de La Guajira Primero.



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