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Mar, Mar

La mejor política social

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En el 2015, la tasa de desempleo mundial que determinó la OIT se situó en 197,1 millones de personas y para este año según datos del organismo internacional se prevé que aumente en un 2,3% calculando unas 199,4 millones.

 

Algo alarmante para los gobiernos nacionales y territoriales junto con sus planes de erradicación de pobreza. Informa el Dane en su último reporte que la tasa de desempleo en el mes de febrero fue del 10%; sin embargo, preocupa que para la población juvenil el porcentaje sea del 17,1%. Para las mujeres del 23% y los hombres 12,1%.

En Colombia y en especial La Guajira, la desocupación juvenil tiene efectos socioeconómicos devastadores pues, los expone al sistema de reclutamiento de los grupos armados al margen de la Ley y a la participación activa de oficios ilegales, lo que a su vez incrementa los índices de violencia en los municipios y sus zonas rurales.

Algunos expertos en el tema consideran que existe una desconexión entre las universidades y las empresas. Mientras los primeros afirman que sus egresados están dispuestos para laborar, los segundos en menor escala consideran que carecen de habilidades. Las brechas son más dramáticas entre jóvenes que no han logrado los ciclos de formación, y peor, en el sector rural. Las cifras no mienten.

Gobernadora y Alcaldes, el empleo es la mejor política social. De hecho, la inclusión laboral consigue muchas externalidades positivas. Garantiza ingresos para la persona que es un asunto meritorio, no por la posibilidad de acumulación de capital, sino, por la estabilidad que provee para tomar decisiones vitales de largo plazo, desde la compra de una vivienda hasta empezar una familia.

Así mismo, introduce a las personas en la dinámica económica y social dentro de su entorno ya que lo provee de identidad y sentido de pertenencia.

Para los jóvenes, les ocupa el tiempo y les enseña reglas y disciplina, dándoles estructura para conseguir sus metas. Se reafirma que el comercio, la hotelería y restaurantes son los renglones económicos que más jalonan el mercado laboral en Riohacha. Si ya encontramos el nicho, es importante que las administraciones públicas generen las ventajas competitivas a fin de que los particulares organicen proyectos de infraestructura o prestación de servicios asociados por su propia cuenta y riesgo, asumiendo la totalidad de los costos de la estructuración relacionados a esas ramas de la actividad.

La Guajira requiere con urgencia de un gran acuerdo para reducir el desempleo de sus jóvenes. Los entes territoriales, universidades públicas y privadas, junto con el Sena, deben propender por la formación en programas que requiera el mercado local, definidos de común acuerdo con los pocos empresarios de la región; auspiciando a su vez, la iniciativa empresarial y el emprendimiento que promueva la Cámara de Comercio.

Por: Roger Mario Romero Pinto

 



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