Un día muy especial e histórico como lo fue el 23 de junio de 2016, en la Ciudad de la Habana Cuba, el Estado Colombiano firmó con el grupo guerrillero Farc - EP, un acuerdo de fin del conflicto armado, esto es, cese bilateral al fuego definitivo permitiendo la alegría de los colombianos de poder vivir en paz, aclarando que dicho acuerdo aún no es decisivo porque faltan muchos puntos específicos adicionales en acordar, pero es una realidad la voluntad pactada de manera formal por ambas partes en terminar la guerra.
Ahora se viene un gran compromiso por parte de todos los colombianos en cada Departamento del País, y los guajiros no estamos exceptuados de tal responsabilidad, revisado la historia del territorio encontramos masacres cometidas por las Farc EP y otros grupos armados al margen de la Ley, como lo fue la muerte de 12 militares y 6 heridos en la Majayura en mayo de 2012, la masacre de Bahía Portete el 18 de abril de 2004, la macabra historia de aquel día de las velitas vivido en Villanueva sur de la Guajira en diciembre del año 1998, y la triste historia de la finca Torcoroma a escasos 500 metros de la estación de policía de Mingueo, estos últimos hechos ocasionados por los paramilitares entre otros actos violentos ocurridos en la región por los demás grupos ilegales que operan en la zona.
Con base en lo anteriormente planteado, no existe ninguna duda en afirmar que la población Guajira ha vivido de manera cruel la guerra y sus daños colaterales, muchos han perdido familiares, amigos y padres, otros sufrieron daños materiales dejándolos totalmente en quiebra e incluso fueron desplazados de sus tierras, así mismo dicha violencia es una de las responsables del estancamiento económico que estamos viviendo en la actualidad, puesto que tales problemas de inseguridad detienen la intención de posibles inversionista en proyectos estratégicos que serían de gran ayuda para mejorar las bajas cifras de crecimiento financiero y de desempleo que estamos viviendo.
Motivos por los cuales es necesario hacer un llamado a todos los habitantes de la Guajira y los que viven fuera de ella también, de tomar la paz del País con el compromiso que se merece, ya que no es un tema menor, es un momento histórico de gran envergadura que se merece toda la atención Nacional e Internacional de la humanidad, obligándonos a realizar una pausa con nuestras corrientes políticas, respetando que compartan o critiquen el gobierno del actual presidente de la República de Colombia, debemos unirnos en una sola voz y apoyar totalmente el desarrollo de las actividades en busca de la anhelada paz, ya que debemos recordar que con la mera firma de un acuerdo no se acaba automáticamente la guerra, sino que es un inicio en el camino para conseguirla, en donde un factor importante es el apoyo incondicional por la población sea criticando de manera constructiva y sana las herramientas necesaria que se deban implementar para la búsqueda del fin del conflicto o siendo parte de la misma, contribuyendo en los actos necesarios que nos lleven a darle un final verdadero al conflicto armado de raíz, en la amada tierra Guajira. Cada uno tiene el compromiso de aportar un granito de arena con la finalidad de sumar un gran aporte por parte de todos, que nos lleve a vivir en una tierra tranquila libre de violencia armada como muchos hemos soñados.