“Tener un poco de buena suerte es imprescindible para obtener la victoria” decía uno de los directores técnicos presentes en la tertulia, y agregaba “una vez jugábamos un partido importante y el marcador estaba igualado. Cierto delantero disparó en sentido contrario hacia nuestro marco y la pelota llegaba suavemente a la mano de nuestro portero.
Sin embargo a un metro su posición, la pelota dio como un promontorio del terreno, desvió su trayectoria, se fue al fondo y perdimos el partido. La suerte ese día estuvo con el delantero y el equipo adversario y en contra nuestra”.
Alguien entre los presente objetó su planteamiento. En estos términos: “siento mucho que hallas perdido el juego; creo de veras que la fortuna no estuvo muy de tu parte, pero considero que la derrota no fue producto únicamente de la mala suerte” y procedió a formular estas preguntas: ¿qué hubiera pasado si tu portero conociera bien la cancha y el promontorio?, ¿no conocer la cancha es producto de la mala suerte?, ¿y qué tal si tus delanteros cumplieran con su deber de marcar goles?, ¿si tan solo marcaran uno, no habría terminado el juego con un empate?.
La tertulia se tornó muy entretenida y todos dieron a conocer sus puntos de vistas. Al final como suele suceder en estos casos, no hubo ningún acuerdo y cada uno se marchó a casa aun más convencido de lo que inicialmente pensaba.
¿Existe la suerte en el fútbol? Ese es un interrogante que, en aquella divertida charla de condiscípulos se quedó sin resolver ¿existe la suerte en el trabajo de los líderes? Esta es una pregunta bien distinta y nos disponemos a ofrecer algunos elementos enriquecedores del debate. Se entiende la suerte como un suceso o conjunto de acontecimientos inesperados y azarosos que puede cambiar de una manera imprevista el curso de una realidad y favorecer alguno de los actores con independencia del esfuerzo realizado y los merecimientos acumulados.
Para el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española la suerte es el encadenamiento de los sucesos, considerado como fortuito o casual. Circunstancia de ser, por mera casualidad, favorable o adverso a alguien o algo lo que ocurre o sucede. Encadenamiento de los sucesos, considerado como fortuito o casual.Circunstancia de ser, por mera casualidad, favorable o adverso a alguien o algo lo que ocurre o sucede. Aquello que ocurre o puede ocurrir para bien o para mal de personas o cosas”.
¿Es probable que el azar favorezca o perjudique el trabajo de un líder? La respuesta es: muy probablemente sí. La suerte es vanidosa, coqueta y susceptibles de ser seducida pero: ¡mucha atención! Porque normalmente cae vencida a los pies de los trabajadores y de los mas esforzados y laboriosos. El escritor Isaac Asimov lo dijo en estas palabras: “La suerte favorece sólo a la mente preparada”.