Un sancocho de cabeza de chivo es la receta heredada por los ancestros wayuu para enfrentar el guayabo que genera el 'chirrinchi'.
Después de pasar la noche de fin de año tomando chirrinchi y polares, el guayabo se hace evidente el primero de enero. Sin embargo, para la cultura wayùu y guajiros en general eso no es un problema porque tienen su fórmula “mata guayabo” para desaparecer la borrachera de manera inmediata. La comida para los Wayùu, es uno de los elementos más importante de sus creencias, por costumbres el animal tradicional que tiene un gran significado ancestral, es el chivo que se sacrifica y se pone al fuego hoy primero de enero.
Receta del sancocho de cabeza de chivo
Ingredientes:
- 6 Libras (3 kg.) de chivo (carne con hueso cuarteada, incluyendo la cabeza)
- 2 Plátanos verdes, pelados y partidos
- 2 Guineos verdes, pelados y partidos
- 1/2 Libra (250 gr.) de yuca, pelada y partida
- 1/2 Libra (250 gr.) de papa, pelada y partida
- 1/2 Libra (250 gr.) de ñame, pelado y partido
- 1/l2 Libra (250 gr.) de ahuyama, pelada y partida
- 4 Mazorcas peladas y partidas
- 4 Hojas de col, picadas
- 2 Ajos, majados
- 2 Cucharadas de cilantro, picado
Se pone la cabeza del chivo a hervir con las verduras picadas en una olla con agua (Cantidad aproximada 16 tazas). En 1 hora, cuando esté blanda, se agrega el resto de los ingredientes en este orden: primero los plátanos y 15 minutos después, el guineo, el ñame, la yuca, la mazorca, la papa, la yuca, la auyama, la col, el ajo, comino y sal. Cuando todo esté blando (en unos 40 minutos) y antes de servir, se le pone el cilantro entero, o picado, rociado por encima.
El ingrediente secreto de esta preparación es agregarle mucho amor, así se obtendrá un plato firme “mata guayabo”. El amor característico que entregan las mujeres Wayúu a sus familias y a sus preparados hace que la comida tradicional sea una delicia.
Generalmente se prepara en la ranchería, al aire libre, en un fogón de leña. En la guajira es el plato que no debe falta después de una celebración con chirrinchi.
Por: Daniela Peñarredonda