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Mar, Abr

¿Cómo fue el hallazgo del cerebro incorrupto de la próxima beata de Paraguay?

Entretenimiento
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El próximo 23 de junio Paraguay celebrará la beatificación de la Venerable María Felicia de Jesús Sacramentado, conocida como Chiquitunga, a cuya ceremonia será trasladada la reliquia del cerebro incorrupto, considerado como “un milagro permanente” de Dios.

 

Chiquitunga, carmelita descalza, nació el 12 de enero de 1925 y falleció  el 28 de abril de 1959 a la edad de 34 años. Sus restos fueron enterrados en el cementerio La Recoleta en Asunción y cinco décadas después fueron trasladados al monasterio de la congregación.

El 27 de septiembre de 2011 la doctora Alba Núñez de Diez Pérez fue convocada por las religiosas para limpiar los restos de la Venerable Chiquitunga.

"Sacamos todos los huesos y tratamos de armar el esqueleto. Tratamos de ubicar hasta los huesitos de los dedos. Lavamos cada hueso. Cuatro hermanas me ayudaron con las tareas. El trabajo se extendió por varios días”, explicó la doctora Núñez al diario local Última Hora.

“El martes 27 llegó el momento de lavar el cráneo. Me percato de que dentro hay algo que pensamos era un huesito. Tratamos de sacarlo y una de las hermanas me dijo que parecía un cerebro. Yo le dije que eso era imposible, ya que es lo primero que desaparece tras la muerte", detalló.

"Buscamos un sitio con mayor iluminación y, al dar la luz del sol, dije: '¡Dios mío, era el cerebro!'. Logramos sacarlo con sus dos hemisferios y el cerebelo. Encajaba perfectamente. Algo imposible, una gracia de Dios", afirmó la doctora Núñez.

La especialista manifestó que las demás partes del cuerpo estaban en descomposición y solo el cerebro estaba petrificado e incorrupto. Confirmó con antropólogos, anatomopatólogos y “todos me dijeron que no tienen una experiencia similar, que es un milagro. Es imposible que algo esté así sin la gracia de Dios".

El neurocirujano Elio Marín Sanabria, miembro de la comisión que analizó el cerebro encontrado, relató a Última Hora que este estaba petrificado y tenía el tamaño de una naranja pequeña.

“Se identificaba perfectamente el cerebro, el cerebelo y el tronco cerebral. Estaban bien intactos con todas las características fenotípicas propias de la estructura anatómica y bien identificable. Tenía un color beige”, precisó.

Marín aseguró que el cerebro es lo primero que desaparece o se degrada al morir una persona. Por ello es muy “rara” la conservación del cerebro de Chiquitunga, tanto por las causas de su fallecimiento, la cantidad de años que han pasado, las escasas técnicas de conservación de los cuerpos y la elevada temperatura ambiental de Paraguay.

El cerebro petrificado junto a los restos de Chiquitunga permanecieron desde el 2015 en el mausoleo del convento de las Carmelitas Descalzas, en el barrio Carmelitas de Asunción. En marzo de 2018 una comisión de especialistas del Vaticano realizó una revisión exhaustiva y posterior conservación del cerebro.



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