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Jue, Abr

Imperios del ron unidos contra la Covid-19

Internacional
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Bacardí y Serrallés, de Puerto Rico y Santa Teresa de Venezuela, decidieron producir alcohol antiséptico de uso sanitario.

Caracas/ (EFE).- Ajenos a ideologías y competencias, Puerto Rico y Venezuela tienen la mente en un mismo objetivo: la producción solidaria de alcohol para luchar contra la Covid-19, la pandemia que no distingue colores, razas o clases sociales.

El ron, ese licor tan valorado en el Caribe y el resto del mundo, da paso a la producción de alcohol para uso sanitario, y lo hace de mano de las mundialmente reconocidas destilerías puertorriqueñas Bacardí y Serrallés, y de la no menos prestigiosa Santa Teresa de Venezuela.

Las tres empresas decidieron destinar una parte importante del alcohol que hasta ahora se usaba en la producción de ron a la fabricación de gel desinfectante, antisépticos o al envasado de alcohol de graduación aprobada para uso sanitario.

La competencia pasa a segundo plano

Bacardí y Serrallés se dieron la mano para producir y distribuir alcohol o etanol a hospitales, hospicios y centros geriátricos, con el propósito de que los usuarios desinfecten superficies que haya sido contaminadas con cualquier microorganismo que contenga el virus ante la escasez del producto en Puerto Rico.
Además, las donaciones servirán para producir y convertir el químico en gel desinfectante como sustituto del lavado de manos con agua y jabón para minimizar la transmisión del coronavirus.

Los antisépticos deben alcanzar una concentración mínima de 70 % de alcohol para desinfectar o neutralizar el virus, dijo a Efe el ingeniero químico y vicepresidente de la cadena de suministros y manufactura para Bacardí en Latinoamérica y Caribe, José Class, sin pensar en competir, sino en ir en la misma dirección.
Por su parte, el presidente y CEO de Destilería Serrallés, Philippe Brechot, quien promovió la idea hace tres semanas, se mostró orgulloso de poder apoyar en una situación como la actual.

"Nos da mucho orgullo, y viendo las noticias, las destilerías en Estados Unidos y Europa también se han unido, pues tienen la capacidad de producir alcohol. No es cuestión de competencia, y al momento de ayudar, hay que ayudar", explicó a EFE Brechot.

Bacardí y Serrallés se dieron la mano para producir y distribuir alcohol o etanol a hospitales, hospicios y centros geriátricos, con el propósito de que los usuarios desinfecten superficies que haya sido contaminadas con cualquier microorganismo que contenga el virus ante la escasez del producto. 


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