Carlos III promete en el Parlamento respetar los principios constitucionales

El Rey Carlos III de Gran Bretaña, la princesa Ana, la princesa real, y el príncipe Andrés, duque de York, siguen la procesión del ataúd de la difunta reina Isabel II de Gran Bretaña desde el Palacio de Holyroodhouse a la Catedral de St Giles.

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El rey emérito Juan Carlos y la reina Sofía, padres del actual monarca Felipe VI, asistirán al funeral por la reina Isabel II de Inglaterra que se celebrará el próximo 19 de septiembre.

Londres (EFE).- Carlos III del Reino Unido afirmó en su primer discurso como rey ante los miembros del Parlamento británico que reinará de forma “desinteresada” como lo hizo su madre, Isabel II, y con respeto “a los principios constitucionales”.

Carlos III recordó el legado de la soberana, fallecida el pasado jueves a los 96 años, en respuesta a los mensajes de condolencia que previamente le transmitieron los presidentes de la Cámara de los Lores (alta), John McFall, y los Comunes (baja), Lindsay Hoyle, en el edificio de Westminster Hall.

McFall y Hoyle alabaron la labor “de liderazgo y servicio” de su difunta majestad y prometieron lealtad al nuevo monarca, con la confianza de que reinará en base al principio constitucional de monarquía parlamentaria.

“Estando aquí ante ustedes, no puedo evitar sentir el peso de la historia que nos rodea y que nos recuerda las tradiciones parlamentarias cruciales a las que los miembros de ambas cámaras se dedican con tanto compromiso personal”, declaró Carlos III en su intervención, después de escuchar a los políticos sentado en un trono junto a la reina consorte, Camila.

Isabel II fue “un patrón para todos los príncipes vivientes”, manifestó, citando a William Shakespeare en Enrique VIII, al recordar el reinado de su madre, que el pasado 6 de febrero batió el récord de 70 años en el trono.

La reina “se comprometió a servir a su país y a su pueblo y a mantener los preciados principios del gobierno constitucional que constituyen el corazón de nuestra nación”, declaró.

“Sentó un ejemplo de deber desinteresado que, con la ayuda de Dios y el consejo de ustedes, estoy resuelto a seguir fielmente”, mantuvo.

Previamente, los representantes de las dos cámaras transmitieron sus sentidas condolencias en nombre de todos los parlamentarios, en una solemne ceremonia en la que el luto de los asistentes se combinó con el oro y el terciopelo rojo de la parafernalia real.

Lord McFall recordó que Isabel II visitó muchas veces durante su reino las Casas del Parlamento, en el centro de Londres, no solo para inaugurar anualmente las sesiones parlamentarias sino también en otros eventos históricos, y siempre fue un ejemplo de “líder y servidora de su pueblo”.

Admitió que muchos “habían cerrado los ojos” a la realidad de que su reinado acabaría. “Pero ha acabado”, constató, antes de prometer lealtad a su sucesor y desearle lo mejor, junto a la reina consorte, “en la vida de servicio a la que se ha dedicado”.